Page 110 - El libro de San Cipriano : libro completo de verdadera magia, o sea, tesoro del hechicero
P. 110
te que lo que ocasionaba la polvareda era un buen galope de gi-
netes; una horda de árabes, que, según las apariencias, debían de
ser bandidos nómadas.
Cuando llegaron a unos cien pasos de nosotros ya no pudo
cabernos duda de que su propósito era desvalijarnos, entonces sa-
cando el talismán y el anillo, pronunció el viejo la palabra "Na-
tastar", y me dijo que desde aquel momento éramos invisibles.
En efecto; yo pude observar un movimiento de estupefacción
en los bandidos, y en seguida, con visibles muestras de azora-
miento, volvieron grupas y huyeron a todo galope en sus corceles.
EL TESTAMENTO DEL VIEJO
Pocos días después, y viendo llegada su última hora, me dijo:
—Cuando ya no exista, colocaréis mi cuerpo en medio de es-
ta sala, tomaréis las maderas olorosas que encierran los cofres de
oro, el licor contenido en los frascos que se hallan suspendidos de
la bóveda, os serviréis del talismán con que yo formé el huevo del
que ha nacido la gallina negra, y después de haber pronunciado
las palabras misteriosas se inflamará la hoguera que ha de con-
sumir mi mortal envoltura. Luego tomaréis las cenizas y las colo-
caréis en esta urna de cristal que pondréis en un sitio próximo a
los talismanes mágicos.
Después de una ligera pausa añadió: ¡Oh hijo querido!
Apreciad siempre mi memoria, muero contento. Yo hubiera que-
rido indicar a los hombres la verdadera manera de formar la ga-
llina negra, más los espíritus lo han dispuesto de diferente modo.
Tú, Jonás, llenaréis esta misión, puesto que ya conoces este se-
creto. Me siento morir ¡ven querido hijo mío! seca mis lágrimas:
yo puedo estrecharte todavía sobre mi pecho: recuerda que la muer-
te no es temida más que por el hombre que es injusto o culpable.
Al terminar sus palabras, me dio su bendición postrera, de-
jando de existir aquella alma grande y generosa.
Cumplidos todos sus encargos, regresé de nuevo a mi con-
vento a continuar con la misión, que el Supremo Creador me tenía
designada, y a esperar tranquilo el término de mi viaje material.
CAPITULO II
El secreto de la gallina negra
El famoso secreto de la gallina negra, secreto sin el cual no se
puede contar con el éxito seguro en algunas cabalas, y que estaba
perdido desde hacía largo tiempo, me fue revelado por el viejo de
— 108 —