Page 15 - Mediavilla-C-Caligrafia
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les choses que l'hornme se  fait ·~  lEs haciendo cosas como el hombre se hace]. Llevar
          a cabo un  modesto manuscrito, aunque no sea  ~neces<~rio» en una época mecanizada
           y digitalizada, es nu obstante una experiencia sumamente (ormativa.
             Ensetiar caligrafía en paralelo con la  tipograffa en un programa de djsel'lo gráfico
           es una (,~uluma"?)  oporlunitlacl para que el estudiante se dé cuenta de que escribir un
           lruzo sobre papel con tinta es un acto irreversible, responsable. Es  un acto único que
           mntrasta con C'l  procedimiento de diseñar en un programa de ordenaJor, el cual nos
           permite' deshacer cada elemento, rehacerlo o  hacerlo desaparecer cuantas veces
           q11eramos.  Ésta es una cliferr•nria grática  1 un clamen tal a  principios del siglo xx¡_
             Pero hay más. También se han cortado otros vít1culos: hasta la llegada de la
           informéitica de torma generalizada existía una muy estrecha relación entre leer y
           escribl r: si ésta se corta, llegará protllO un momento en que habrá quien sabrá leer
           y  teclear, aunque nunc~t haya e~crito.  ,• Somos capaces de prever lob efectos ele esta
           nueva condiCIÓn?
             «El texto libresco lthe bookish  lextj  PS  mi hogar» escribió [vcm  lllich en  fn  lhe
           Virteyurd of the Text ¡en la viñn Jeltexlol, y reconoció, en el  nño  1993, que «este
           hogar ya es tan antíoJado como la casa do1tdt! naci, cuando unas pocas bombillas
           empezaban a  reemplazar la vela.( ... ) Un nuevo tipo de texto  forma la mentaliclad de
           mis est11diantes, que es un impreso de ordenador, que no tiene ancla, que no puede
           rcivindicarse ni como metáfora ni como otiginal de la mano úel autor. Como las
           señales de una goleta fantasma, sus cuerdas digitales forman  tipos arbitrarios sobre
           lit pantalla, espectros que aparecen y luego se esfuman. Cada vez menos personas
           vienen al libro como abrigo de la  significación.»
             Ha lertni nado la  época del  libro, que en Occidente cuenta con dos fuentes: la
           sagraua con los evangelios, y la seglar co11  las universidades fundadas en el siglo XII.
           Ahora, según  Illich, la supervivencia del  lector libresco ha  de considerarse como
           •una tarea moral que se basa en comprender la  fragilidad hjstórica del texto líbresco,»
             El mismo año en que 11llch contemplaba este momento clave de nuestra
           evoluci6n. apareció justamente la presente superlativa obra de Claude Mediavilla
           Caligmfío, que mira con gran detalle a nuestra tradición caligráfica y luego abre su
           propia ventana al  futuro.
             Es Ja  más completa enciclopedia de la caligrafía jamás prouucida. Yo mismo la
           recomendaba en su versión original al estudiante de caligrafía aunque no leyera en
           francés: solo por su infonnación gráfica ya merecía la pena; aJ·wra Campgrafic ha
           hecho un memorable esfuerzo para la versión en castellano cuyo resultado es
           encomiable. Una de las virtudes de esta obra es la abundancia de ejemplos de
           caligraf-ía de todas las épocas bien fotografiados. Junto a cada rnodelo del autor,
           donde nos demuestra su reconstrucción de una escritura histórica, hay al menos
           una imagen, y por regla general más, de verdaderos ejemplos históricos de la  misma
           escritura. Evila así el vicio de los adocenados manuales de caligrafía con muchos
           aH-abetos y  pocas nueces, gue nos obligan a creer a ciegas su versión de una
           escritura. (¿Quién tiene en casa una copia de Escritura y Lenguaje de España de
           Esteban Paluzie') C.  MediavilJa es más transparenle, más democrático: podemos
           comparar su versión  con el  original. Hay una buena selección de manuscritos e
           inscripciones entre los más conocidos, y otros sorprendentes, aunque menos
           conocidos. El lector español apreciará, por ejemplo, un manuscrito de una letra
           visigótica de Burgos aclualmente en una biblioteca de Manchester.
             La  Caligrafía de Claude Mediavilla es un documento inestimable para el     Keilh Ad¡uns, Cataluñcl. Ln secta del Fénix,
           estudiante de caligTafía.  Para quien no encuentre en el contexto del aula, con   1995·2003.  Composición inspirada en el ensayo
                                                                                         <.le  Borges del mismo título (1944). Formalo:
           profesor y compañeros, el análisis expresivo de la forma (págs. 290-91) es una clase   44 x 64,5 cm. Pigmento, témpera  de huevo y
           magistral, incontestable.                                                     oro sobre papel¡ plumas de metal y caña.






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