Page 113 - Libro de Compilacion 2019_Neat
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se extiende sobre la vida entera imponiendo acciones virtuosas, lo que hace coincidir la virtud con la justicia. La justicia particular, es dividida en distributiva y correctiva, siendo esta última dividida a su vez en voluntarias e involuntarias. La justicia distributiva es ejercida por el Estado al repartir bienes a los ciudadanos según proporciones geométricas, derivadas de los méritos, mientras que la correctiva es voluntaria como el derecho civil en las que los hombres hacen negocios y las involuntarias como el derecho penal, siendo este tipo de justicia una proporción aritmética. Como virtud la justicia debe tener su justo medio, que se ubica entre el obrar injustamente y el ser injustamente tratado, para luego tratar las acciones que considera injustas, en la que aborda la equidad, como una especie superior a la justicia legal. En este punto Aristóteles relaciona la ética con la política, en cuanto que esta plantea cuestiones morales, debido a que el bien al cual debe dirigir sus acciones con rectitud es un bien que es común a una comunidad de hombres. El Estado aspira al más alto bien, en la que se ordena primero en la familia y varias de estas reunidas forman un pueblo y varios pueblos forman un Estado. La política de Aristóteles comienza con la familia, en especial con el esclavo que era considerado parte de la familia, en cuanto a la conveniencia de la esclavitud, concluyendo que la misma es conveniente y justa, sin embargo el esclavo es naturalmente inferior al amo, siendo la naturaleza aquello que es cada cosa cuando se desarrolla por completo. Así hay hombres que nacen para ser doblegados y otros para mandar. Posteriormente Aristóteles se sumerge en los problemas del comercio. Para Aristóteles el Estado tiene que tener un fin y ese fin es el bienestar de la comunidad, la aparición del Estado está relacionado con el logro de los fines de la vida, y su existencia debido al logro del buen vivir, de allí que considerara que solo en el Estado el hombre puede vivir feliz, el cual a su vez es el fin natural del hombre, lo que lleva a considerar al Estado como una sociedad natural y no artificial como consideraban los sofistas. 113