Page 344 - El Retorno del Rey
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I
Los Reyes Númenoreanos
(i)
Númenor
Fëanor fue el más grande de los Eldar en el ejercicio de las artes y de las
ciencias, pero también el más orgulloso y el que menos se dejó regir por otra
voluntad que la suya. Hizo las Tres Joyas, los Silmarilli, e incluyó en ellas el
fulgor de los Dos Árboles, Telperion y Laurelin, que iluminaban la tierra de los
Valar. Morgoth el Enemigo codiciaba las Joyas, y las robó después de destruir los
Árboles, las llevó consigo a la Tierra Media y las ocultó en su gran fortaleza de
Thangorodrim. En contra de la voluntad de los Valar, Fëanor abandonó el Reino
Bienaventurado y se exilió en la Tierra Media, arrastrando consigo a gran parte
de su pueblo; porque en su orgullo, se proponía arrebatar las Joyas a Morgoth por
la fuerza. Después de eso tuvo lugar la desdichada guerra de los Eldar y los Edain
contra Thangorodrim, en la que fueron por fin totalmente derrotados. Los Edain
(Atani) eran tres pueblos de Hombres que, llegados los primeros al oeste de la
Tierra Media y a las costas del Gran Mar, se aliaron con los Eldar contra el
Enemigo.
Hubo tres uniones entre los Eldar y los Edain: Lúthien y Beren; Idril y Tuor;
Arwen y Aragorn. Por esta última, las ramas desde tanto tiempo atrás divididas
de los Medio Elfos, volvieron a unirse y el linaje fue restaurado.
Lúthien Tinúviel era hija del Rey Thingol Mantogrís de Doriath en la Primera
Edad, pero su madre era Melian, del pueblo de los Valar. Beren era hijo de
Barahir, de la Primera Casa de los Edain. Juntos arrancaron un silmaril de la
Corona de Hierro de Morgoth. Lúthien se volvió mortal, y los Elfos la perdieron
para siempre. Dior fue hijo de Lúthien. Elwing fue hija de Dior y tuvo en
custodia el silmaril.
Idril Celebrindal fue la hija de Turgon, rey de la ciudad escondida de
Gondolin. Tuor fue hijo de Huor, de la Casa de Hador, la Tercera Casa de los
Edain y la que alcanzó mayor renombre en las guerras contra Morgoth. De ellos
nació Eärendil el Marinero.
Eärendil desposó a Elwing, y con el poder del silmaril, dejó atrás las Sombras
y llegó al Extremo Occidental; y hablando allí como embajador tanto de los