Page 340 - El Retorno del Rey
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mientras seguía allí en el Puerto; y al mirar el agua gris vio sólo una sombra que
pronto desapareció en el oeste. Hasta entrada la noche se quedó allí, de pie, sin
oír nada más que el suspiro y el murmullo de las olas sobre las playas de la
Tierra Media, y aquel sonido le traspasó el corazón. Junto a él, estaban Merry y
Pippin, y no hablaban.
Por fin los tres compañeros dieron media vuelta y se alejaron, sin volver la
cabeza, y cabalgaron lentamente rumbo a la Comarca; y no pronunciaron una
sola palabra durante todo el viaje de regreso; pero en el largo camino gris, cada
uno de ellos se sentía reconfortado por los demás.
Y finalmente cruzaron las lomas y tomaron el Camino del Este; y Pippin y
Merry cabalgaron hacia Los Gamos; y ya empezaban a cantar de nuevo
mientras se alejaban. Pero Sam tomó el camino de Delagua, y así volvió a casa
por la colina, cuando una vez más caía la tarde. Y llegó y adentro ardía una luz
amarilla; y la cena estaba pronta, y lo esperaban. Y Rosa lo recibió, y lo instaló
en su sillón, y le sentó a la pequeña Elanor en las rodillas.
Sam respiró profundamente.
—Bueno, estoy de vuelta —dijo.