Page 103 - La Traición de Isengard
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los había olvidado, viajando
            y luchando, una criatura errante.

            De modo que ahora debía partir de nuevo
            y poner su góndola, otra vez en marcha
            para siempre todavía un mensajero,
            un pasajero, demorándose,
            vagabundeando como una pluma,
            un marino impulsado por los vientos.[110]
      En la segunda versión, el poema empezaba así:
               Había un mensajero feliz,
               un pasajero, un recadero;
               en una escudilla juntó naranjas
               amarillas como provisiones;
               construyó una góndola dorada
               para que lo llevara a vagar
               por los diecisiete ríos
               que le interceptaban el camino.
               Llegó allí en soledad
               en una pétrea pendiente,
               y se aventuró por tierras de praderas
               y tierras de sombras, y cañadas profundas.
               Se sentó y cantó una canción, etc.
      En lo demás, como he dicho, el poema apenas difiere de la versión del Oxford
      Magazine; pero las últimas cuatro líneas eran:
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