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la persona es confrontada con pensamientos y luego tiene un encuentro con Jesu-
cristo. Lo vemos en Hechos 17, con el apóstol Pablo en Atenas. Leemos que allí había
muchos interesados en conocer la nueva doctrina, ya que se dedicaban a escuchar las
diferentes ideas y enseñanzas, eran judíos piadosos, filósofos epicúreos y estoicos.
En la actualidad tenemos ejemplos como los de Josh McDowell, Ravi Zachariah, Lee
Strobel. Estas personas también son estudiosas, intelectuales y buscan ayudar a que
otros como ellos puedan tener un encuentro con el Señor Jesucristo.

Nosotros hemos hecho algunas charlas que han sido muy positivas para ayudar a
esta clase de personas cuya actividad es primordialmente intelectual. Charlas sobre
temas actuales, como la justicia, tocando en parte lo intelectual y también las relacio-
nes interpersonales. Ayudan para desarrollar estos temas los grupos pequeños, com-
partir comidas, y realizar otras actividades sociales donde las personas encuentran un
espacio para conocerse más.

En el Evangelio de Lucas vemos este tipo de reuniones en pequeños grupos, en casas
de familiares donde personas se encuentran con el Señor.

Después de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado al banco de los
tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y dejándolo todo, se levantó y le siguió.

Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros
que estaban a la mesa con ellos. Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos,
diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? Respondiendo Jesús, les dijo:
Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar
a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. –Lucas 5:27-32

Se trata de personas reunidas en pequeños grupos, en algunas casas, de conocidos,
familiares. Las personas se encuentran con el Señor de a poco, son pequeños pasos,
pero que sirven para llegar a conocerlo.

Es interesante el testimonio de José, alguien que conocimos en un brindis de fin de
año en la casa de unos vecinos. Allí preguntamos si les gustaría venir a unos estudios
que íbamos a empezar en casa sobre relaciones interpersonales. Y comenzamos. Este
hombre empezó a asistir, tenía 80 años, estaba retirado del ejército, y Dios empezó a
tocar su corazón, y realmente hemos visto un cambio total en su vida.

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