Page 9 - 100 años P. Cándido
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Yo era la vice Provincial, cuando el P. Vicente Serer me dijo que él estaba interesado en fundar en
Costa Rica, pero, que no contaba personal para ello.
Entonces, escribió a España y la Provincia de la Inmaculada fue la que se hizo cargo de la fundación.
Y el P. Cándido, fue uno de los primeros que llegaron a iniciar la nueva obra.
Recuerdo su manera de ser; era muy afable, cariñoso, alegre. Fue un hermano muy querido, muy
santo.
Considero que es un modelo de religiosos en la actualidad. Era un hombre universal, desapegado de
países y cargos. Le gustó mucho San Jerónimo, así como la gente sencilla, campestre, y a pesar de que
era muy erudito, era un hombre sencillo. Él dominaba el inglés, el francés, y aun así, compartía mucho con
las personas vecinas de San Jerónimo.
Lo definiría como un santo, un hombre alegre, encarnado en la realidad. Una persona universal,
amante de la naturaleza. Un hombre orante, cariñoso, accesible a las personas.
Recuerdo también, que él decía, “a los ochenta años, deberíamos hacer lo que nos da la gana, si ya
hemos hecho mucho”. Y creo que tenía razón.”
Por Carlos Rodríguez P. Miguel Vadillo
Terciario Capuchino
“El mejor recuerdo, el don de gentes”
Al P. Cándido, lo conocí en el año 1949, cuando eligieron Superior General al P. José Láinez. Él llega-
ba de Italia, y un detalle muy interesante, aunque poco relevancia, es que, le costaba hablar el español,
porque habló mucho tiempo el italiano y no le era fácil acostumbrarse nuevamente a su lengua materna.
Era un hombre muy disponible para todo tipo de cargos o responsabilidades. La experiencia que él tuvo
que afrontar cuando lo destinaron a América fue muy difícil. Era salir de un entorno cultural europeo y
venir al americano, siendo así que es un mismo idioma, pero, a la hora de expresar o de expresar formas
de conducta, incluso a nivel religioso siempre choca. El español por lo general es muy sincero, muy de
hablar así como siente; el americano muchas veces se resiente del tono de voz, que es más alto, y sobre
todo, porque en la expresión de sentimientos, suele ser más cerrado que el español. Él llegó a España y
era un momento de expansión. El P. Láinez, cuando viajó por primera vez a América, se encontró con una
situación en Colombia, que a él le chocó: en el Convento de san Antonio, la primera fundación que se hizo
en Colombia, habían vocaciones que se fueron consiguiendo, prácticamente estaban ahí en una especie
de compás de espera, para ver que se determinaba.
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