Page 273 - Historia de la civilización peruana contemplada en sus tres etapas clásicas de Tiahuanaco, Hattun Colla y el Cuzco, precedida de un ensayo de determinación de "la ley de translación" de las civilizaciones americanas
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               HISTORIA DE   LA  CIVILIZACIÓN PERUANA        269
         La misión que toma para sí es custodiar en el ámbito de la
     ciudad imperial  y  en sus ceques al millar de muertos o de momias
     tutelares de las diferentes estirpes de los cuatro suyos clásicos que
     sus antepasados los Ayares trajeron consigo a la fundación de la
     urbe,  y  los que los aillos urinsayas tuvieron la obligación de remi-
     tirle en forma de postumo tributo, a medida que fallecían sus gran-
     des caciques, sus grandes capullanes  y  sus grandes caudillos.
         Vive, en una no interrumpida Jauja, del tributo que los aillos
     sedentarios de los cuatro suyos le envían en un no interrumpido
     acarreo; tributo que alcanza a las dos terceras partes de cuanto
     produce el Estado.
         Una mitad de aquel crecido tributo es para los Orejones de
     la plana administrativa  y  militar, otra, para los Orejones de la
     plana sacerdotal.
         Exclusivista en grado sumo, la casta privilegiada cuzqueña,
     así se trate de la administrativa, de la militar o de la sacerdotal,
     idea la deformación de la oreja de sus individuos para que entre
     gobernantes  y  gobernados, señores  y  regnícolas, existía, una di-
     ferente física de por vida.
                                                     “
         Nace en tal forma la casta privilegiada de los  ningrizapas
         Oreja es rinri en la lengua del Cuzco.
         Influencia dialectales le imponen las inflexiones siguientes
         En Ayacucho, “rinri”.
         En Junín, “linli”.
         En Ancachs, ”rin”.
         En Charcas, “ningri”, “nigri”, “nigri”, “ingri”.
         En el Collao, “hinchu”.
         Orejón es, de consiguiente, según se trate de esta o de aquella
     provincia incana: rinri-zapa, ningri-zapa, ingri-zapa  madres to-
                                                       ;
     das ellas, para el oído distraído  y  la indiferente ortografía de los
     primeros conquistadores  y  cronistas, de inga-zapa ,  inca-zapa  y
     Zapa-Inca.
         Oviedo  y Yaldez, en el siguiente párrafo de su Historia Gene-
     ral de Indias apunta que inca “fué sinónimo de orejón  ”.
         “A esta tierra del Cuzco vino antiguamente un gran señor
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