Page 30 - Vive Peligrosamente
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lenta evolución y un arduo trabajo educativo que tuviera como base un
patriotismo sano, limpio y carente de toda clase de mal entendidos y
reservas.
Una de las primeras reuniones políticas a las que asistí fue decisiva para
la formación de mis posteriores puntos de vista referentes a aquellas
cuestiones.
En el verano de 1932, el doctor Goebbels pronunció un discurso en un
local de Viena completamente abarrotado de público. Nunca había tenido
ocasión de comprobar personalmente que un hombre fascinase totalmente,
con el maravilloso don de la palabra, a la inmensa masa de gente como la
que tuvo de auditorio en aquella ocasión el doctor Goebbels. No podía
caber la menor duda de que el orador era un fanático de sus ideas. Sus
palabras eran tan efectistas que durante las dos horas de su discurso, el
público que escuchaba permaneció sentado, inmóvil, completamente
hipnotizado por su verbo, pendiente de cada una de sus expresiones, de sus
ideas, de todas sus exposiciones.
Yo sentí lo mismo que los demás. No sólo sentí la influencia de la
maravillosa retórica de aquel hombre, sino que comulgué plenamente con
el sentido de sus ideas, que me parecieron realizables. ¿Acaso no era
verdad la idea expresada por él de que el pueblo austriaco tenía, de siempre,
orígenes alemanes, exactamente igual que los bávaros y los prusianos? Sólo
había una solución para acabar, de una vez, con todos los problemas
económicos del país: ¡Una estrecha y definitiva unión del pueblo austriaco
con el pueblo alemán!
¿Acaso no era acertada la idea de basar sus argumentos en un posible
aumento del nivel de vida de las clases trabajadoras? ¿Es que no era justo
romper enérgicamente con las poderosas fuerzas del capitalismo, y
"cimentar" el "capital" más importante de un país sobre la producción de
las clases obreras, que eran las más indicadas para ayudar a establecer una
economía sana y digna de toda consideración? ¿Acaso no era verdad que el
Tratado de Versalles, si bien había logrado solucionar un sinfín de
problemas, había sido a costa de crear un también ilimitado número de
inquietudes universales difíciles de ser superadas?
Todo lo anteriormente expuesto influyó sobre mi ánimo. Pero lo que
ejerció más influencia fueron las afirmaciones del doctor Goebbels en torno
al programa del NSDAP, que pretendía crear una sociedad en la que no
existieran diferencias entre las diversas clases sociales, y con un ideal que
las uniera a todas ellas indefinidamente.