Page 355 - El Misterio de Belicena Villca
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Yo Soy quien guiará tu Rumbo
                                      en el oscuro Mar del Terror.
                                      ¿Quién podrá, entonces, detenerte,
                                      Santo, Santo, Santo, Quiblón?
                                      Por Mí entiendes el Misterio del Templo,
                                      por Mí recibes la Vida de Rimón.
                                      Al Padre regálale la Sangre.
                                      Para Mí, quiero el Amor.
                                      Hay tres Imperios que esperan
                                      su pronta destrucción.
                                      Ríos de Sangre Cálida,
                                      derramará el Español.
                                      Esta Raza arrogante,
                                      de albina distinción,
                                      será el puñal filoso del Sacrificador.
                                      Como Raza, la Sangre
                                      de los Pueblos Paganos
                                      ofrendarán a Dios.
                                      Mas, de a uno apareados
                                      con los sobrevivientes
                                      procrearán sin freno
                                      los Hijos del Horror.
                                      Esta será Mi recompensa
                                      Santo, Santo, Santo, Quiblón.
                                      Al Padre, regálale la Sangre.
                                      Para Mí, quiero el Amor.
                                      Y esa Raza soberbia,
                                      del valiente español,
                                      se hundirá en la marisma
                                      de la Baja Pasión.
                                      ¿Qué quedará de ella,
                                      Santo, Santo, Santo, Quiblón?:
                                      Millares y Millares de Hijos del Horror.
                                      Y en esos Hombres Nuevos
                                      mis Semillas de Barro germinarán mejor.
                                      Yo no quiero la Raza;
                                      Yo requiero el Amor.
                                      Muchos Hijos Yo Tengo.
                                      De los Hombres Mortales, Madre Soy.
                                      Mas mi Hijo Primogénito
                                      es el Pueblo Elegido,
                                      el Pueblo del Señor.
                                      Sobre los Hombres de Barro
                                      a él le corresponde
                                      Gobernar sin Temor.
                                      Porque suyo es el Reino
                                      Malkhouth, de YHVH Sebaoth.
                                      Es bello como un Angel,
                                      es duro como Dios,

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