Page 510 - El Misterio de Belicena Villca
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Aún no había recibido respuesta a los interrogantes, pero estaba
conmovido y entusiasmado con el promisorio futuro de éxitos que me anunciaba
Rudolph Hess. Eso sí, una cosa me intrigaba inconscientemente ¿a qué se
debería el curioso nombre de la expedición de Ernst Schaeffer
“Altwestenoperation”, es decir, Operación Viejo Oeste ? El recuerdo de este
interrogante, y su increíble respuesta tendrían lugar recién dos años después, en
el corazón del Tíbet.
–Deseas respuestas y tienes todo el derecho a ello –prosiguió hablando
Rudolph– pero no es éste el momento ni el lugar apropiado para tratar Misterios
espirituales. En estos años habrás extrañado mi presencia, pero era mejor para ti
que Yo no interviniera directamente en tu vida, para que el desarrollo psicológico
se produjera normalmente; incluso convinimos eso con tu padre –Papá asintió
con la cabeza–. Ahora será distinto, tendrás tu puesto y estarás cerca mío. Pero
primero debes conocer nuestra Filosofía. No me refiero a la doctrina
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nacionalsocialista tal como aparece en el libro del Führer “Mein Kampf” o en el
de Alfred Rosenberg “El mito del siglo XX” sino a una “Filosofía Oculta” a la que
nosotros –un pequeño grupo– adherimos como tú sin duda también lo harás.
Debes comprender que no se trata aquí de un conocimiento estéril que puede
reducirse a un “código de principios” o un “manual operativo” mediante el cual
regir nuestros actos; se trata por el contrario de adquirir un conocimiento que
actúa dinámicamente sobre el Espíritu, transformándonos internamente,
dotándonos de una Sabiduría milenaria que nos hace trascender el plano
meramente humano de la existencia.
Tú estás especialmente dotado para acceder a ese estado semidivino –
prosiguió Rudolph, respondiendo en parte a la pregunta sobre el Signo– pues
tienes algo interior que pocos hombres poseen: “la posibilidad de Ser”. Esto lo
comprenderás mejor próximamente, al conocer los secretos de la Orden, pero
puedo anticiparte que, tal como lo ha dicho hace un momento el Führer, no todos
los hombres son iguales, no todos existen, no todos pueden “ser”. Por el
contrario, para quienes disponen de la posibilidad de Ser, la lucha y el esfuerzo
deben ponerse en trascender este mundo de imágenes ilusorias y perpetuarse en
la eternidad, en otro plano de existencia al que sólo podremos llegar si
despertamos del sueño demoníaco en el que estamos sumidos. La mayoría de
los hombres que ves en el mundo, no existen realmente, o si lo prefieres viven
una “existencia relativa”, ilusoria, que es un soplo para la eternidad. Su
conciencia se diluye con la muerte, aunque muchos crean lo contrario, y nada
sobrevive a ellos. La eternidad, querido Kurt, es para unos pocos, para una
Aristocracia del Espíritu, fundada en Héroes semidivinos, en Superhombres que,
a costa de librar un duro combate con el Príncipe de este Mundo YHVH-Satanás
–como justamente lo has denominado– trasmutan su naturaleza inferior y ganan
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su lugar en el Valhala .
Todo te será revelado, Kurt, porque tú eres un Héroe semidivino, un virya,
lo prueba la marca de Lúcifer que tanto te preocupa y que sólo indica la pureza
de tu linaje espiritual.
–Pero, Lúcifer,... ¿no es el Diablo? –pregunté con cautela.
23 Mein Kampf: Mi Lucha.
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Valhala o Valholl: Morada de Wothan u Odin en los Edda. Sitio al que van los guerreros muertos en batalla. Paraíso celeste de los héroes. Para la Sabiduría
Hiperbórea el Valhala es un centro habitado por los Dioses Liberadores o, como decía el Führer, por los “Siddhas Hiperbóreos”.
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