Page 515 - El Misterio de Belicena Villca
P. 515
Oberführer Papp me observaba con visible simpatía, sentado en un sillón
giratorio. Sobre su cabeza un cuadro mostraba al Führer mirando a la lejanía; a
ambos lados sendos archivos metálicos flanqueaban el escritorio.
–Yo también me alegro de volverte a ver –respondí–. Estoy
tremendamente feliz de estar nuevamente en Berlín.
–Pues no será por mucho tiempo –dijo Papp sonriendo–. Creo que partes
enseguida para el Ordensburg Crossinsee. Por aquí tengo las órdenes para ti.
Son dos sobres... –se puso a buscar en un archivo.
–Crossinsee queda en Prusia Oriental ¿no? –pregunté.
–Sí, en Pomerania. ¡Acá están tus órdenes!
Me alargó dos sobres de papel manila. Uno, más grande en el cual se leía
en letras grandes “Crossinsee” contenía todos los papeles de incorporación al
Ordensburg de la . En el otro una inscripción manual, en delicados caracteres
góticos, ordenaba que el sobre debía ser abierto en presencia del Oberführer
Papp. Procedí a romper el sello y extraje del interior del sobre una carta de puño
y letra de Rudolph Hess. Decía así:
Berlín - Agosto de 1937
Sr. Kurt Von Sübermann
Querido patekind:
He dispuesto lo necesario para que ingreses al Ordensburg
de Crossinsee y luego, al recibir la instrucción mínima seas transferido a los
otros Ordensburg. Debes partir de inmediato a Pomerania e incorporarte y
adaptarte a la nueva vida. Recién cuando hayas cumplido esta parte, –deja pasar
un mes por lo menos– te pondrás en comunicación con la Thulegesellschaft.
Tu contacto en Berlín se llama Konrad Tarstein; lo
hallarás en la Gregorstrasse 239. El ya está al tanto del ingreso a la Orden; sólo
debes presentarte dando tu nombre. En principio te unirás a la
Thulegesellschaft de Berlín por lo que deberás viajar desde Pomerania a Berlín
los fines de semana, pero si debieras venir en algún otro momento puedes
dirigirte al Oberführer Papp para que gestione el permiso correspondiente.
Suerte patekind; recuerda mi consejo: “avanza en
círculos, restringiendo el círculo”.
Rudolph Hess.
Nota:
Memoriza el nombre y la dirección de tu contacto y entrega esta carta al
Oberführer Papp, quien tiene la orden de destruirla. Nada debe haber escrito
que pueda comprometerte, comprometernos o comprometer a la
Thulegesellschaft.
Heil Hitler.
Leí dos veces la carta y luego se la entregué al Oberführer Papp quien
la destruyó ante mis ojos prendiéndole fuego con un encendedor.
–Rudolph Hess ¿está en Berlín? –pregunté.
–No. Se encuentra en Berchtesgaden con el Führer.
515