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grandes pequeños y a los pequeños grandes.» Rómulo y Remo, según Livio y Plutarco.
Se dice que entonces el diablo procede de una de estas dos Servio Tulio, sexto rey de los romanos, según Dionisio de
maneras: toma primero la forma de un súcubo femenino y tiene Halicarnaso y Plinio.
entonces concúbito con un hombre. O bien el súcubo induce sue- Platón el filósofo, según Diógenes Laercio y san Jerónimo.
ños lascivos en un durmiente, y utiliza la «polución» resultante para Alejandro Magno, según Plutarco y Quinto Curcio.
permitir al diablo la segunda parte de la operación. Ésta es la Seleuco, rey de Siria, según Justino y Apliano.
Escipión el Africano, según Tito Livio.
teoría enseñada por Gnaccius, quien proporciona numerosos ejem- El emperador César Augusto, según Suetonio.
plos. Asimismo, Hector Boethius, en su Historia Scotorum, docu- Aristomenes de Mesenia, ilustre general griego, según Estra-
menta el caso de un joven escocés que fue visitado durante varios bón y Pausanias.
meses en su dormitorio, cuyas puertas y ventanas estaban ce- Añadamos a esta lista al inglés Merlín o Melchín, hijo de un
rradas, por un súcubo de belleza arrebatadora. Este diablo feme- íncubo y una monja, que era precisamente la hija de Carlomag-
nino apeló a todas sus artes para realizar el concúbito con él, pero no. Y finalmente, según escribe Cocleo, citado por Maluenda, ese
el virtuoso joven no cedió a sus caricias y zalemas. maldito heresiarca cuyo nombre es Martín Lutero.
Un punto intrigaba grandemente a Sinistrari: estos demonios No obstante, y pese al gran respeto que me merecen tantos
no obedecían a los exorcistas. Las reliquias y otros objetos sa- y tan ilustres doctores, sostengo que sus opiniones no resisten
grados tampoco les inspiraban temor, y por esto no se hallan el más somero examen. A decir verdad, como Pererius observa
comprendidos en la misma categoría de los demonios autores de muy bien en sus Comentarios sobre el Génesis (capítulo VI), toda
poder
fuerza,
el
la
esperma
posesiones, como demuestra la historia antes citada. Por enton- píritus que todo evaporan y de se la desvanecen humana procede de es-
se
en
de
cuanto
salen
las
ces, ¿cabe considerarlos realmente seres diabólicos? ¿No debería- cavidades genitales, donde se hallaban cálidamente albergados.
mos ponerlos en una clase aparte, con las hadas y los Elementa- En esto se muestran de acuerdo los físicos. En consecuencias, no
les a los que tanto se parecen? Y luego, si estas criaturas tienen le es posible al demonio mantener la esperma que ha recibido
sus propios cuerpos, ¿cómo puede sostenerse la teoría tradicional en un estado de integridad suficiente para producir la genera-
según la cual íncubos y súcubos son demonios que utilizan cuer- ción; porque fuere cual fuese el recipiente en el que intentase
pos prestados? ¿Podría esta teoría explicar que nazcan hijos de conservarla, el mismo tendría que encontrarse a una tempera-
estas uniones? ¿Y cuáles son los caracteres físicos de estos niños? tura igual a la temperatura natural de los órganos genitales hu-
Si admitimos que los informes sobre los OVNIS que hemos repro- manos, que únicamente se encuentra en dichos órganos. Ahora
ducido al comienzo de este capítulo indican que el fenómeno tiene bien, en un recipiente cuyo calor no sea natural, sino artificial,
posible
generación.
Una
se-
un contenido genético, entonces las preguntas que acabamos de los espíritus se a evaporan, y no la es generación la es un acto vital por
objeción
gunda
que
es
esto
formular son fundamentales, y es muy importante ver cómo Sinis- el que el hombre, a partir de su propia sustancia, y valiéndose
trari las entendió. En consecuencia, doy a continuación la traduc- de los órganos naturales, introduce esperma en un lugar propio
ción completa de sus comentarios sobre este punto. para la generación. En cambio, en el caso especial que estamos
considerando, la introducción de la esperma no puede ser un
Teólogos y filósofos aceptan como un hecho que de la cópula acto vital del hombre generador, puesto que no es por él por
entre seres humanos (hombres o mujeres) con demonios, nacen quien se introduce en la matriz. Y, por idéntica razón, no puede
a veces seres humanos. Por este procedimiento será engen- decirse que el hombre a quien pertenecía la esperma haya en-
drado el Anticristo, según numerosos doctores: * Bellarmino, Suá- gendrado el feto que es procreado. Ni tampoco podemos consi-
rez, Maluenda, etc. Observan, además, que al ser el resultado de derar al íncubo como el padre, puesto que la esperma no per-
una causa completamente natural, los hijos engendrados de esta tenece a su propia sustancia. Tenemos así a un niño que nace
manera por los íncubos son altos, muy fuertes y audaces, mag- y no tiene padre, lo cual es a todas luces absurdo. Tercera obje-
níficos y muy perversos... Maluenda confirma lo que acabamos ción: cuando el padre engendra de modo natural, concurren en
de decir, demostrando por el testimonio de diversos autores clá- este acto dos causalidades: una causalidad material, puesto que
sicos que los siguientes personajes son frutos de tales uniones: es él quien proporciona la esperma que es el material de la
generación; y una causalidad eficiente, puesto que es él el prin-
cipal agente de la generación, según opinión común de los filó-
* El comentarlo de Le Brun arroja más luz: «Si el cuerpo de estos niños es
diferente del de otros niños, su alma tendrá, ciertamente, cualidades que no com- sofos. Pero en nuestro caso, el hombre que no hace nada, salvo
partirá con otros. Por eso el cardenal Bellarmino opina que el Anticristo nacerá de proporcionar la esperma, se limita a entregar material, sin nin-
una mujer que haya tenido comercio con un íncubo. 2 8 * N. del A.