Page 38 - Mitos de los 6 millones
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El «Congreso Mundial Judío» tuvo, prácticamente. el monopolio en la
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presentación de pruebas contra los denominados «criminales de guerra». Más adelante
trataremos de tales pruebas cuando incidan en el tema del presente sujeto. Baste, por el
momento, mencionar que fue precisamente el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg
quien, a priori, admitió como demostrado el plan de exterminio de los judíos, llevado a
cabo por los nazis. Así, por ejemplo, el Juez soviético Nikitchenko declaró tranquilamente,
antes de los procesos que «...ahora vamos a ocuparnos de los mayores criminales de guerra,
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que ya pueden considerarse convictos». No creemos exagerar si afirmamos que ese «juez»
estaba ligeramente predispuesto contra los reos.
Pero mayor incidencia a tenido, aún, en la consagración del mito como verdad
histórica, la inmensa literatura concentracionaria, que, desde 1945 hasta hoy, se ha vertido
sobre un mundo atónito. Se han publicado relatos esperpénticos, con una técnica narrativa
y publicitaria adaptada a todas las culturas y mentalidades. Peliculas, conferencias,
emisiones radiofónicas y televisivas, martilleando ad nauseam cerebros y retinas del hombre
disuelto en la masa. Es comunmente admitido que, las en su genero, más destacadas obras
de la literatura concentracionaria corresponden a cincó autores, todos ellos judíos: Léon
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Poliatov, Gerald Reitlinger, Lucy S. Davidowicz, Nora Levin, y Raul Hilberg.
Todos estos libros tienen un punto en común: se apoyan en el veredicto del tribunal
internacional de Nuremberg, y se citan profusamente entre si, aludiendo constantemente a
declaraciones de personas como Morgenthau, Dexter White, Rosenman et alia, cual si se
tratara de testimonios irrefutables y de probada imparcialidad. También presentan
numerosos documentos gráficos, de los que más adelante hablaremos, y que en muchos
casos no son más que hábiles fotomontajes. Su falta de valor probatorio se fundamenta en
que dan por axiomático lo que, precisamente, se trata de demostrar, estos es, que hubo un
plan premeditado del gobierno alemán para asesinar masivamente a los judíos en razón de
su procedencia etnica y que el total de víctimas alcanzó los seis millones, parten, para ello,
de las conclusiones del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, sobre la validez de
cuyas decisiones han opinado de forma desmoledora numerosos miembros del mismo.
Sirvan como ejemplo entre varios que se podrían citar, las declaraciones del Juez
Norteamericano Charles F. Wennerstrum, que presidió el llamado «caso séptimo» (juicio de
los generales alemanes acusados de la ejecución de rehenes), quien de regreso a America y
tras presentar la dimisión de su cargo, manifestó:
«Si hubiera sabido antes lo que hoy se, nunca hubiera ido a Alemania a participar en
esos juicios... La acusación pública no ha podido disimular que no se trataba de justicia sino de
venganza. La atmosfera de los juicios es insana. Se necesitaban linguistas. Abogados, pasantes,
interpretes e investigadores eran americanos desde hacia pocos años. Conocían mal nuestra
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lengua y se hallaban imbuidos de los odios y los prejuicios europeos».
No creemos sea torturar los textos si de las palabras del Juez Wennerstrum
deducimos que «abogados, pasantes. intérpretes e investigadores», «que crearon una
atmosfera insana» y antepusieron la venganza a la justicia debían ser en su abrumadora
mayoría, judíos. Conocían bien el alemán – intérpretes – y mal el inglés, por llevar pocos
años en América, y además, se hallaban «imbuidos de los odios y prejuicios europeos».
1 Según Louis Marschalsko, al menos dos terceras partes del personal que trabajó en los procesos eran
judíos. («World Conquerors»), pág. 134.
2 Eugene Davidson: «The trial of the Germans».
3 Léon Poliakov: «Le Troisième Reich et les Juifs».
4 Gerald Reitlinger: «The final solution».
5 Lucy. S. Davidowicz: «The War against the Jews, 1933-1945».
6 Nora Levin: «The Holocaust».
7 Raul Hillberg: «The Destruction of the European Jews».
8 Artículo de Eugen Dubois, sionista, en la «Chicago Tribune» del 3-2-1948.
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