Page 34 - Mitos de los 6 millones
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En cualquier caso, si se aceptan las cifras de Reitlinger con respecto a Polonia, las
                        más favorables a la tesis oficial, el número máximo de judíos bajo control alemán fué de
                        3.237.600, cifra sensiblemente semejante a los 3.200.000 que hallamos en el cálculo
                        anterior, basándonos en las cifras iniciales de 6.500.000 judíos en toda Europa aseveraba la
                        «Chambers Encyclopoedia». Si se aceptan las de Lesczinsky, llegamos a la cifra máxima de
                        2.805.000, que representaba aproximadamente el punto medio entre la cifra de la
                        «Chambers» (6.500.000) y la del tratadista judío Bruno Blau (5.600.000), que parece gozar
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                        de más autoridad en la materia.  Podemos, pues, resumir la cuestión diciendo que el
                        número de judíos que pudieron estar bajo jurisdicción alemana, en el transcurso de la II
                        Guerra Mundial fué, como máximo, de 3.237.600, y, como mínimo, de 2.300.000, siendo
                        la cifra de unos 2.800.000 la que parece más ajustada a la realidad.  Enfoquemos la cuestión
                        desde otro punto de vista. En 1938, había en el mundo 15.688.259 judíos, según datos
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                        oficiales judíos.  Diez años des. pués, es decir, después de las persecuciones nazis y del
                        supuesto holocausto de los seis millones de gaseados y cremados, habían, en todos el
                        mundo, entre 15.600.000 y 18.700.000 judíos, según un articulo, aparecido en el diario
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                        «The New York Times»  suscrito por Mr. Hanson William Baldwin, experto demógrafo.
                        Tomemos como cierta la evaluación más baja, es decir, la más favorable a la tesis oficial de
                        los seis millones de israelitas asesinados, o sean, 15.600.000 judíos, y observaremos que
                        resulta que en los diez años que mediaron entre 1938 a 1948 – época que incluye los años
                        de guerra, de 1939 a 1945, durante los cuales se asegura muy seriamente que Hitler hizo
                        matar a seis millones de judíos – la población judía ha permanecido inalterable, cubriendo,
                        con seis millones de nacimientos, los supuestos seis millones de muertes. Es decir, que en
                        siete años de persecución, y tres años de post-guerra, los judíos supervivientes de la
                        matanza, 16 millones menos 6 millones igual a 10 millones, han logrado, en un alarde
                        sexual sin precedentes en la Historia, un incremento de población del ¡60%! ... Y si se
                        tomá la cifra más alta propuesta por Mr. Baldwin, es decir, 18.700.000 judíos, resultaría
                        que si Hitler, efectivamente hizo matar a seis millones de judíos nos encontraríamos con un
                        incremento de la cifra demográfica de nueve millones, o sea un aumento de tres millones
                        más otros seis millones de nacimientos para suplir los seis millones de judíos pretendidam
                        ente gaseados o cremados por los nazis. Si en 1948 habían en el mundo dieciocho millones
                        de judíos, el nacimiento de nueve millones de judíos durante los diez años del período 1938-
                        1948, o sea un incremento total del 100% es una imposibilidad física. Ni aún cuando todo
                        judío púber se hubiera dedicado, exclusivamente, veinticuatro horas diarias, a practicar el
                        coito con mujeres púberes de su raza, el que ubiesen podido llegar a engendrar, en diez años,
                        nueve millones de retoños está en pugna total con las leyes de la genética, por muy
                        sexualmente obsesos que se quiera suponer a los correlegionarios de Freud.


                        El origen del mito

                              Si durante la contienda ambos bandos se acusaron mutuamente de la comiSión de
                        actos crueles e inhumanos, tal como mandan los cánones de la llamada «guerra
                        psicológica», las referencias especiales a los malos tratos dados a los judíos se iniciaron en
                        los Estados Unidos, cuando estos eran aún neutrales, a mediados de 1941. En un despacho
                        radiado desde Estocolmo, el 12 de Junio de 1941, se habló de cámaras de gas; el autor de la
                        noticia era el periodista judío Lipschitz (a) Winchell, y los principales periódicos
                        norteamericanos se hicieron eco de la noticia. No obstante, una cosa era innegable; aún

                        1  Bruno Blau, obtuvo sus datos de la «American Jewish Conference», cuyas fuentes de información
                        sobre la población judía parecen dignas de crédito (N. del A.)
                        2   «World Almanac», 1947. Cifra facilitada al referido Almanaque Mundial por el «Comité Judeo-
                        Americano y por la Oficina Estadística de las Sinagogas de América».
                        3   Ejemplar del 22– II– 1948. El propietario de este diario es el judío y sionista, Arthur Sulzberger.

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