Page 29 - Mitos de los 6 millones
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excluyendo las circunstancias que enmarcan el caso, parece dar por sentado que es lógico el
                        internamiento de varios millones de civiles en campos de concentración.
                              Si se omite el mencionar lo que, basandonos en testimonios de parte contraria a los
                        nazis o, simplemente, a los alemanes en general, hemos reseñado en los epígrafes
                        anteriores, cualquier lector medianamente advertido notará una laguna que por fuera hay que
                        colmar. A nuestro juicio, el planteamiento correcto del problema de lo que no dudamos en
                        calificar como «el mayor fraude histórico de todos los tiempos» es el siguiente:

                              a) La tradicional amistad entre el Sionismo y el Pan-Germanismo quedo rota
                        cuando, a mediados de 1917, aquél traicionó una alianza fáctica y propició la entrada de los
                        Estados Unidos en la guerra, al lado de los Aliados, lo que originó la derrota de Alemania y
                        el infausto Tratado de Versalles, en cuya redacción participaron numerosos e influyentes
                        judíos, en muchos casos nacidos en Alemania.
                              b) La masiva participación de los judíos en las revueltas comunistas ocurridas en
                        Alemania entre 1917 y 1925, así como su papel de líderes de los movimientos disolventes
                        y antinacionales, culminando todo ello en una posición de preponderancia política y
                        económica contribuyó poderosamente al triunfo electoral del Nacionalsocialismo, cuyo
                        programa preveía la asimilación de los judíos alemanes al estatuto de extranjería.
                              c) Tal como hemos visto en precedentes epígrafes, los judíos del mundo entero,
                        incluyendo los nativos de Alemania y Austria, declararon, de hecho y oficialmente, la
                        guerra a Alemania.
                              d) En el transcurso de la guerra, diversos judíos con pasaporte norteamericano,
                        inglés, francés o apátridas (ex-alemanes) coadyuvaron al endurecimiento de la guerra contra
                        Alemania y a la entrada de los Estados Unidos en la contienda.
                              e) Las actividades de los judíos en los diversos movimientos de resistencia, es decir,
                        de francotiradores que combatían sin uniforme, han sido tanvoceadas por los propios
                        hagiógrafos de los judíos que huelga extenderse sobre ello. En dichos movimientos – de
                        lucha ilegal según las Convenciones de Ginebra y La Haya, no se olvide – los judíos eran
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                        legión.
                              f) En tales circunstancias, y atendidos los citados precedentes, los civiles judíos
                        constituían, tanto en Alemania como en los territorios que sucesivamente fue ocupando el
                        Ejército Alemán en el curso de la guerra, un peligro potencial. Por consiguiente, se hizo
                        necesario, en determinados casos, su internamiento.
                              g) Ese internamiento hubo de realizarse en campos de concentración, que hubo que
                        improvisar en plena guerra, pues los construidos en preguerra para alberge de marxistas y
                        elementos asociales no bastaban. Con la masiva Uegada de prisioneros, especialmente
                        procedentes del frente del Este, la situación en los campos de concentración empeoró,
                        aumentando la tasa de mortalidad, ya normalmente elevada en los campos de prisioneros.
                              h) La tesis oficial pretende que, mediante gaseamientos, crematorios, fusilamientos
                        en masa y sevicias de todo género, no menos de seis millones de judíos fueron
                        deliberadamente ejecutados por los nazis, siguiendo un plan oficial del Gobierno Alemán.
                              i) Como vamos a demostrar seguidamente, no existió ningun programa oficial de
                        exterminación de los judíos, no existieron cámaras de gas y los crematorios tenían como
                        finalidad la incineración de los cadáveres. Finalmente la cifra de seis millones de judíos
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                        muertos   representa de quince a veinte veces la realidad.
                              j) El «mito de los seis millones» es artificiosamente mantenido en vida por el
                        interés mancomunado y convergente del Sionismo Internacional y de la Unión Soviética.


                        1   Fue precisamente un comando judío, mandado por un tal Peretz Gold
                        2   La cifra «oficial», que en un principio fue de siete millones y medio para rebajarse a seis millones, ha
                        sufrido una nueva rebaja de un 5 por ciento en el Proceso contra Eichmann, en Jerusalen, pues el Fiscal
                        judío presentó la cifra de 5.700.000. (N. del A.).

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