Page 27 - Mitos de los 6 millones
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cuando todavía no se hablaba de cámaras de gas, fué debidamente estructurado por un
correligionado suyo, Henry Morgenthau, Jr., Secretario del Tesoro de los Estados Unidos.
En el Plan Morgenthau se programa fríamente, la destrucción física de sesenta y
cinco millones de alemanes, una vez obtenida la victoria militar de los Aliados. Se prevé la
destrucción de todas las fábricas, la incautación de todas las patentes de invención y la
reducción de las mujeres alemanas al estatuto de concubinas; los hombres seran
esterilizados y la etnia germánica desaparecerá en unos años. En el lugar ocupado
anteriormente por Alemania quedarán unos quince millones de personas, procedentes de
otras naciones, que vivirán en un estado puramente agrícola y pastoril.
Los detalles del Plan Morgenthau, que debiera, en realidad, haberse llamado Plan
Baruch-Morgenthau, eran conocidos en Alemania. Si tras la victoria de los Aliados, el Plan
no llegó a aplicarse más que en sus puntos iniciales, ello se debió tanto al inmediato
desencadenamiento de la «Guerra Fría» entre occidentales y soviéticos como a la resuelta
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oposición de los altos mandos militares americanos y británicos.
La contribución de los judíos, tanto individualmente corno, sobre todo, integrados
en sus entidades específicamente sionistas, en la lucha contra Alemania, antes y durante la
guerra, fué masiva. Y judíos fueron quienes mas contribuyeron a que la lucha sobrepasara el
límite de los combatientes para incluir entre sus rigores a la población civil.
Así, fué un judío, Lord Cherwell, (a) Lindemann, por cierto nacido en Alemania, y
naturalizado británico, quien inspiró a Churchill la por él mismo calificada de splendid
decission, de bombardear objetivos alemanes no militares. El llamado «area bombing»
tenía como único objetivo bombardear las viviendas de las clases trabajadoras alemanas.
Este objetivo, destinado a crear el terror y a forzar a la población civil alemana a que
exigiera la rendición a su gobierno fracasó totalmente. Pero millones de europeos, alemanes
y no alemanes – pues el area bombing se practicó asi mismo en Italia, Bélgica y Francia –
pagaron con sus vidas el loco y mesiánico sueño de venganza de Lindemann.
Samuel Fried, el bien conocido sionista y pacifista, escribió cuando la patria de su
pasaporte, los Estados Unidos, era aún neutral, lo siguiente:
«Hemos de destruir esa nación odiada (Alemania), tanto desmembrándola como
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repartiéndola entre sus vecinos, así como mediante despiadados asesinatos masivos».
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Theodore Nathan Kauffman escribió Citado por Louis Marschalsko in «World
Conquerors», p. 104. cuando «su» patria, los Estados Unidos, aún era neutral, lo siguiente:
«Cuando esta guerra acabe, Alemania será desmembrada. La población alemana que
sobreviva a los bombardeos aéreos, tanto hombres como mujeres, será esterilizada con objeto
de asegurar la total extinción de la raza alemana».
El mismo odio destilan los libros de los conocidos escritores hebreos Maurice Leon
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Dodd, Charles G. Haertmann, Einzig Pelil, , Ivor Duncan, y Douglas Miller, en
todos los cuales se aboga por la exterminación física de millones de alemanes cuando la
guerra concluya. Todos estos libros fueron escritos cuando los Estados Unidos aún eran, al
menos teóricamente, neutrales. Cabe mencionar la excepción de Einzig Palil, que escribió
1 Algunos de estos, como el General Patton y el delegado británico en la U. N. R. R. A., General Morgan,
pagaron su oposición al Plan Morgenthau con el ostracismo y la muerte política... o física. (N. del A.).
2 Citado por Louis Marschalsko in «World Conquerors», p. 104.
3 Th. Nathan Kauffman: «Germany must perish», p.104.
4 Maurice Leon Dodd: «How many world wars?», New York, 1941.
5 Charles G. Haertmann: «There must be no Germany after war».
6 Einzig Palil: «Can we win the peace?», Londres, 1942.
7 Ivor Duncan: «Die Quelle des Pan-Germanismus».
8 Douglas Miller: articulo aparecido en el «New York Times, 5-XI-1941.
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