Page 135 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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Un capítulo de especial importancia del AOG trata de la protección contra los despidos.
                  Quien pertenezca a una empresa por lo menos un año debe ser protegido tanto como sea
                  posible contra el despido, a menos que este se realice por motivo de fuerza mayor. Si el
                  obrero o empleado considera su despido injusto podrá dirigirse al Tribunal del Trabajo
                  solicitando la revocación del despido. Si el Tribunal acepta las razones del demandante,
                  el  patrono  deberá  pagar  al  despedido  una  indemnización  que  depende  del  tiempo  de
                  servicio  que ha estado colocado, pero que no podrá ser superior a los 4 doceavos del
                  salario del último año. Si el despido se ha realizado de manera evidentemente arbitraria
                  o  por  motivos  fútiles  y  en  abuso de  su  cargo,  por  parte del  patrono,  el  Tribunal  del
                  Trabajo puede señalar una indemnización hasta la cuantía de la última paga anual.
                  El  inspector del trabajo está autorizado para aplazar la ejecución del despido por dos
                  meses,  en  el  caso  en  que  este  haya  sido  pronunciado  simultáneamente  contra  varios
                  miembros  del  personal.  Esta  disposición  elimina  las  perturbaciones  imprevistas  del
                  mercado del trabajo y da al despedido tiempo para procurarse una nueva colocación.
                  Seguro social, Socorro obrero y Protección del Trabajo
                  El seguro social es una de las instituciones más antiguas de Alemania. Fue creado por
                  Bismarck,  basándose en  la  idea de  las cooperativas de socorro  mutuo que  ya  mucho
                  antes había encontrado su expresión en las cajas de las cofradías y gremios de la edad
                  media y más tarde en las cajas de socorro de los mineros. El Estado organiza la ayuda
                  mutua y contribuye también con los medios públicos cuando no se puede asegurar por
                  otro  medio  y  de  una  manera  suficiente  la  situación  de  aquellos  compatriotas
                  amenazados  por  las  vicisitudes  de  la  vida.  Como  es  notorio,  el  sistema  alemán  del
                  seguro social ha servido de modelo a todas las demás naciones.
                  El desarrollo postguerra del seguro social no fue muy halagüeño. Varias sociedades de
                  seguros  se  encontraron  en  una  situación  sumamente  difícil  a  consecuencia  de  los
                  resultados de la guerra, de la inflación y del paro forzoso. Solo el seguro de invalidez
                  calculaba, comparando todos los futuros ingresos a los egresos y sus intereses hasta el
                  presente, un déficit de 17.000 millones de marcos. El capital de las compañías alemanas
                  de seguros sociales, que antes había importado 3.600 millones, se había reducido en el
                  año de 1924, es decir, después de la inflación, a 1.000 millones de marcos. Si se tiene en
                  cuenta que el número de obreros parados pasó de 900.000 en 1924 a más de 6 millones
                  en 1933, es fácil imaginarse la enorme crisis en todos los sectores del seguro social.
                  Por eso,  a raíz de  la revolución  nacional  el  Gobierno  del  Reich estimó  como  misión
                  importante la eliminación de los peligros que amenazaban la existencia del seguro social
                  por  medio  de  la  utilización  de  las  bases  financieras  y  por  una  nueva  ordenación
                  legislativa.
                  De acuerdo con la ley de saneamiento de las rentas sociales, de fecha 7 de diciembre de
                  1933, el llamado procedimiento de derrama en todos los seguros de rentas se transformó
                  en el de supervivencia garantizada (prima). Las primas fueron fijadas, de modo que el
                  valor de todas las primas futuras junto con el capital y la ayuda del Estado, inclusive
                  intereses,  pague  la  suma  que  probablemente  será  necesaria  para  cubrir  los  gastos
                  próximos.  Este  saneamiento  mostró  resultados  favorables  durante  los  últimos  años:
                  obreros y empleados alemanes hoy se hallan libres de preocupaciones por su existencia
                  en el caso de que les ocurra un accidente y también para la época de la vejez.
                  Varias  disposiciones  tratan  al  mismo  tiempo  de  la  reforma  del  seguro  contra
                  enfermedades. Los comisarios del ministerio de Trabajo eliminaron los abusos que aún
                  existían así como la parcialidad existente y dotaron de base sólida a las cajas de seguros
                  contra enfermedades.
                  Por último, el 5 de julio de 1934 se publicó la ley “sobre la reorganización del seguro
                  social”.  Su  fin  esencial  es  suprimir  la  disgregación  y  complicación  del  régimen  de



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