Page 171 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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tiempo a que Alemania pudiera beneficiarse en la reducción de sus deudas de todas las
ventajas de la desvalorización de las monedas de los otros países.
3.º El nuevo plan ha hecho posible el aumento de pedidos de materias primas y
productos semi-manufacturados y asimismo la disminución al mínimo del importe de
productos manufacturados. Además, con esto se creó la posibilidad de entrar en
competencia con el extranjero aún en aquellos mercados en que el fabricante extranjero
parecía haber conseguido una gran ventaja en los precios gracias al dumping monetario.
4.º Estabilidad en la paridad monetaria.
Este último punto merece ser objeto de un detenido estudio porque no ha sido obra muy
fácil para Alemania mantener el curso del marco a la altura debida, a pesar de la
desvalorización monetaria en otras naciones grandes y pequeñas y de ciertas corrientes
de opinión en los centros económicos alemanes en favor de una desvalorización del
marco, según las cuales se favorecería al comercio exterior, tan necesario al Tercer
Reich.
El presidente del Reichsbank y ministro delegado de Economía no dio jamás la más
mínima posibilidad para que esta esperanza pudiera realizarse. Ya el 22 de febrero de
1934, con motivo de un discurso ante la Federación nacional de banqueros dijo:
“Señores: Ustedes saben que a mi me gusta hablar claro. Por tanto quiero expresar aquí,
abiertamente, que me es harto conocido el criterio de ciertos grupos de exportadores,
según el cual no se puede mantener la exportación sin desvalorizar el marco. Estoy tan
convencido de que el interés de la procuración de trabajo no sólo es necesario sostener
la exportación alemana, sino que es necesario aumentarla, que yo no dejo pasar la
menor ocasión para hacer notar que además de atender el mercado interior no se debe
descuidar tampoco la exportación... No obstante, no puedo subscribirme a la idea de
proceder a una desvalorización del marco. Las razones para ello son las siguientes:
1.º La exportación alemana se basa en su mayor parte en la elaboración de las materias
primas extranjeras que sufrirían un inmediato encarecimiento si se desvaloriza el marco.
En esto reside la diferencia fundamental respecto a Inglaterra que produce sus materias
primas, casi sin excepción, en su propio imperio. (Lo mismo puede decirse respecto a
los Estados Unidos que también son casi autárquicos en materias primas. Observación
del autor).
2.º El gran sacrificio de la desvalorización del marco sería de muy poco provecho,
porque la contracción del comercio mundial, que se basa en otros principios
completamente distintos, no sería aliviada de esta forma por nosotros y nuestra
participación en el mismo no podría aumentar sobre el nivel actual, debido a que tanto
América como Inglaterra no han estabilizado en definitivo sus monedas respectivas y
responderían inmediatamente con una nueva desvalorización.
3.º Aún existen otros medios para hacer frente al dumping monetario de otros países sin
tener necesidad de reducir el valor del marco. El sistema de la exportación adicional
contra el pago de marcos bloqueados, bonos extranjeros y scrips, organizado por
nosotros, nos permite resarcirnos de cierta parte de lo que nos quita la desvalorización
inglesa y americana. Este sistema es todavía muy susceptible de un desarrollo
progresivo y en este sentido haremos todo lo que podamos, sobre todo una vez que los
acreedores extranjeros hayan comprendido por fin la justificada necesidad de este
sistema.
Para terminar quiero hacer constar expresamente que la voluntad del Gobierno de
conservar el poder adquisitivo al obrero y al pequeño ahorrador no ha sido quebrantada
en lo más mínimo y que por lo tanto no se puede hablar de una desvalorización del
marco.”
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