Page 170 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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El nuevo plan creado en septiembre de 1934 persigue, como se ve, restablecer en la
economía el principio del comerciante honrado de no comprar más que lo que pueda
pagar, y al mismo tiempo ejercer una influencia en el sentido de que los alemanes
compren en primer lugar lo que sea absolutamente necesario para Alemania. No es
necesario que el pago se haga en efectivo; también se puede hacer, como en las
operaciones de compensación, una especie de trueque de mercancía contra mercancía.
En todo caso, el plan Schacht impide que se efectúen compras y se importen mercancías
para las cuales no haya posibilidad alguna de pago o en las que no se tenga asegurada su
contrapartida.
Con objeto de tener un control permanente sobre la efectividad del plan y una clara idea
de conjunto sobre el desarrollo de la situación del comercio alemán y de su tráfico de
mercancías con el extranjero y, además, para poder distribuir metódicamente las
mercancías en el mercado interior, se organizaron 27 oficinas de inspección para todos
aquellos productos que estaban en relación con la exportación. Con esto no se ha
conseguido una vigilancia perfecta de la importación que pone a Alemania en
condiciones de pagar sus compras en el extranjero, ante todo a sus clientes (es decir, a
los compradores de productos manufacturados alemanes).
Un jefe del ministerio de Economía, Director del Reichsbank Karl Blessing, ha
caracterizado el Plan Nuevo del modo siguiente:
“El Plan Nuevo persigue como finalidad inmediata armonizar nuestra importación con
las posibilidades de pago y como finalidad lejana organizar y desarrollar nuestra balanza
comercial de tal manera que se puedan satisfacer nuestras necesidades vitales de
importación y atender a nuestras obligaciones restantes. Cuanto más nos ayuden
nuestros países acreedores tanto mayor será la posibilidad de pagar nuestras deudas.”
Este sistema representa en efecto una medida que limita la libertad de las casas
comerciales; el mismo Dr. Schacht considera este plan como algo “monstruoso” porque
por él se vuelve a los más primitivos caminos comerciales: a cambiar perlas de vidrio
por marfil, como era costumbre hace 80 o 100 años en el África central. Más, sin este
procedimiento no le hubiera sido posible a Alemania salir adelante.
El objetivo de la política comercial alemana, de sólo comprar en el extranjero aquellos
productos de imprescindible necesidad vital, no se ha alcanzado en su totalidad, debido
a la naturaleza misma del comercio exterior. Los proveedores extranjeros se ven
obligados a veces a vender, además de los productos importantes para Alemania,
aquellos otros a los cuales ésta podría renunciar sin pena. Así, por ejemplo, el Brasil
sólo suministra algodón a los compradores de su café; Chile sólo entrega cobre a los que
adquieren salitre. A pesar de estas dificultades se ha logrado adaptar ampliamente la
estructura de la importación alemana a las necesidades vitales de la Economía nacional.
Del mismo modo ha quedado eliminado definitivamente el saldo desfavorable del
comercio exterior de Alemania, del año del 1934. En el año de 1935 la exportación
alemana superaba ya a la importación en 111 millones de marcos; en el año de 1936 se
alcanzó un superávit de 550 millones y en 1937 de 443 millones de marcos.
El nuevo plan se puede considerar como un éxito de la política económica de Alemania.
Este éxito se puede resumir en los cuatro puntos principales, siguientes:
1.º La aportación de capital para llevar a cabo el enorme programa de procuración de
trabajo y de rearme por sus propias fuerzas sin que se produjera alteración alguna en el
mercado monetario o en el valor de la moneda.
2.º Cancelación de 8.000 millones de marcos de deudas extranjeras. En efecto, se ha
logrado llegar a una inteligencia con los países extranjeros en la cuestión de las deudas.
La conservación de la paridad del oro de la moneda alemana ha contribuido al mismo
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