Page 165 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
P. 165

existía una tirantez extraordinaria que exigió mayor efectividad del mercado del capital
                  mediante  una  reglamentación  adecuada  del  mercado  monetario,  para  animar
                  paulatinamente el poder de sus funciones y consolidar así la confianza de los poseedores
                  de valores en la capacidad de absorción del mercado de capitales.
                  Una intervención del mercado de capitales privados hubiera eliminado por completo la
                  iniciativa privada, que precisamente se trataba de reanimar. el Estado tuvo que adoptar
                  nuevos métodos para no entorpecer el desarrollo normal y poner en peligro el sistema
                  monetario o el presupuesto nacional.  como  ya hemos dicho, el Estado se decidió por
                  una vasta creación de créditos que le hizo posible combatir con éxito el paro forzoso,
                  estimular una amplia coyuntura en el interior del país y llenar los vacíos de capital que
                  existían en la Economía. Por esto la política del capital, es decir el sistema monetario,
                  de crédito, bursátil y del ahorro en conjunto, a partir del año de 1933, toma una posición
                  especial en la legislación de Alemania.
                  La importante ley del 5 de diciembre de 1934 “sobre el crédito” realizó una verdadera
                  reforma  bancaria  y  crediticia  y  creó  al  mismo  tiempo  la  base  para    una  política  de
                  crédito, sistemática y uniforme, con disposiciones especiales para la reglamentación de
                  las operaciones de  las  cajas  de ahorro dentro  de  los Bancos  y  para  la protección  del
                  ahorro público.
                  La idea central de esta ley es la reunión de todas las fuerzas de la política bancaria y
                  crediticia,  la  administración  económica  de  los  fondos  existentes  y  por  ingresar,  (es
                  decir,  evitar  los negocios dudosos  y restringir  los gastos generales,  ambos esenciales
                  para rebajar el tipo de interés); la división adecuada del trabajo en el aparato bancario, la
                  supresión de la competencia ilegal e irregular, la garantía de las demandas de crédito de
                  cuantía media y pequeña, la distribución adecuada del crédito por regiones, la limitación
                  severa de los negocios especulativos, la constitución de una reserva líquida en interés de
                  los ahorradores y depositadores de capital  y  por  último  una  mayor  publicidad de  los
                  balances de los Bancos.
                  Los  institutos  bancarios  están  bajo  la  vigilancia  de  una  oficina  inspectora  y  de  un
                  comisario  de  bancos  subordinado  a  esta.  La  libertad  en  el  comercio  bancario  queda
                  suprimida.  La  concesión  de  créditos,  la  relación  entre  el  capital  propio  y  las
                  obligaciones generales, la liquidez, la contabilidad, la creación de créditos bancarios y
                  todas las demás operaciones bancarias están bajo la constante inspección y control del
                  organismo  competente.  Una  separación  más  rigurosa  entre  los  depósitos  de  cuentas
                  corrientes  y  los de Cajas de ahorros así como  las disposiciones sobre  la liquidez que
                  incluyen  en  la reserva  líquida  los  valores a renta  fija  pignorables por  el  Reichsbank,
                  salvan la distancia que existía entre el mercado monetario y el del capital y aseguran un
                  mercado de valores a renta fija, fértil y duradero.
                  Como complemento de esta ley que acabamos de enunciar, apareció la “ley del stock de
                  empréstitos”  en  virtud  de  la cual  se determina que  las sociedades capitalistas,  que,  a
                  consecuencia de la reanimación del mercado interior creado por el Estado, procedieran
                  al  aumento  de  los  dividendos,  no  podrán  en  lo  sucesivo  repartir  sus  ganancias  en  la
                  forma que mejor les parezca, sino que tendrán que depositar en el stock de capital de
                  producción del Banco de Descuento alemán una parte importante de la ganancia, si ésta
                  pasa del 6 u 8%. Este stock de empréstitos será administrado “fiduciariamente” para los
                  socios, sin tocar la propiedad y será repartido entre ellos pasados cuatro años. Con estas
                  medidas el Gobierno quiere poner a contribución una parte de las fuerzas sobrantes de
                  las  sociedades  anónimas,  producidas  sobre  todo  por  la  reanimación  del  mercado
                  interior, para consolidar así el mercado de capitales y de este modo llegar a la reducción
                  sistemática del tipo de interés.





                                                           165
   160   161   162   163   164   165   166   167   168   169   170