Page 247 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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legislación  desacordes  en  cada  uno  de  los  Estados  alemanes,  y  a  pesar  de  la  buena
                  voluntad expresada en el art. 145 de la constitución de Weimar, estaba desprovista de
                  una orientación paralela para todo el país, demostrando grandes  incompatibilidades  y
                  deficiencias, sobre todo en lo que a la instrucción profesional se refiere. La Ley sobre la
                  instrucción obligatoria del nuevo Estado ha traído una transformación completa en tres
                  distintos  aspectos.  Su  reglamentación  unificadora,  válida  para  todo  el  territorio  del
                  Reich,  se  basa  en  los  principios  y  necesidades  de  un  sistema  de  educación
                  nacionalsocialista y, conforme a la nueva orientación, se refiere no sólo a la instrucción
                  pública primaria, sino sobre todo a la instrucción profesional.
                  Mientras las leyes anteriores dejaban  ver con evidencia que la instrucción obligatoria
                  había de servir en primer lugar al bienestar e interés del individuo, la ley actual, por el
                  contrario,  realiza  las  ideas  nacionalsocialistas  en  el  sentido  de  que  la  instrucción
                  obligatoria debe ser sobre todo  tener en cuenta el interés de la comunidad y más aún,
                  formar una parte integrante, como el Servicio del trabajo y el Servicio militar, de los
                  deberes impuestos al individuo para con su pueblo. Según esto, el art. 1.º declara, que la
                  instrucción obligatoria asegura la educación de la juventud alemana en el espíritu del
                  nacionalsocialismo. De esta orientación  fundamental  se deduce la finalidad de la  ley,
                  cuando define que la instrucción obligatoria no es de modo alguno un medio coercitivo
                  sobre el llamado pueblo menesteroso, sino que debe extenderse indistintamente a todos
                  los niños y jóvenes, bien sean alumnos primarios o secundarios. Por la misma razón, la
                  constitución orgánica de la Ley mantiene también la obligación de todo niño, de visitar
                  una escuela primaria pública durante los cuatro primeros años de enseñanza.
                  Una ley que quisiera llevar a cabo equitativamente la aplicación del concepto del deber
                  nacional por la adquisición y perfeccionamiento de los conocimientos y aptitudes que el
                  ciudadano necesita en la vida de la nación, tenía que comprender también la instrucción
                  profesional obligatoria. Las disposiciones de la Ley sobre la obligación de la enseñanza
                  profesional, eliminan  las  discrepancias que había  dejado  subsistir  en  las provincias  y
                  municipios  la  multiforme  legislación  anterior  sobre  las  escuelas  profesionales.  Tales
                  disposiciones  crearon  al  mismo  tiempo  las  condiciones  previas  para  la  reforma,  de
                  necesidad urgente, de las escuelas profesionales.
                  Al llegar a la edad escolar, los niños y niñas ingresan en la escuela pública, separados
                  ambos sexos en distintas escuelas y clases. La escuela pública proporciona, junto a la
                  educación política general, aquellos conocimientos y prácticas que son imprescindibles
                  en  todas  las  profesiones.  Los  niños  de  débil  mentalidad,  pero  aptos  para  recibir  la
                  instrucción,  pasan  a  escuelas  especiales.  Los  alumnos  de  aptitudes  normales,  que  a
                  consecuencia de un grave defecto físico no pueden asistir a la escuela pública general,
                  son instruidos en otras escuelas, por medio de maestros especialmente preparados para
                  su enseñanza. La permanencia en la escuela pública es de 8 años, y sus cuatro clases
                  inferiores se califican también de “escuela primaria elemental”. Si los alumnos no han
                  de pasar a un colegio superior, abandonan la escuela pública primaria a los 14 años, y en
                  este caso están sujetos a una instrucción profesional obligatoria que dura tres años,  y
                  que reciben en  una escuela de artes  y  oficios,  si  es  que no  se  puede proveer de otra
                  manera  la  formación  de  estos  jóvenes,  mediante  la  asistencia  a  una  escuela  de
                  instrucción general, escuela técnica o escuela superior. La duración de la asistencia a la
                  escuela depende del  tiempo que exige  la  instrucción  en  cada  ramo  profesional.  Si  se
                  trata de un oficio o profesión agrícola, la asistencia obligatoria a la escuela profesional
                  dura  solamente  dos  años.  Los  aprendices  están  obligados  a  asistir  a  la  escuela
                  profesional  hasta  la  terminación  de  su  aprendizaje  si  existen  en  donde  residen  los
                  correspondientes centros de enseñanza. Partiendo de la idea del efecto beneficioso de la
                  reciprocidad entre la instrucción teórica y la práctica, se ha dispuesto que el aprendizaje



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