Page 299 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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No es un cálculo fácil definir el total de estas “dinastías” deportivas independientes, que
                  habría que obtener  multiplicando el  número de las clases posibles de deportes por  la
                  cantidad de los antiguos estados alemanes. Si a pesar de todo, el concepto de “deporte
                  alemán”  no  era  sólo  un  nombre  sino  una  realidad  viva,  no  se  debía  a  los  elementos
                  directivos de estas organizaciones sino a la fuerza que llevaba en sí el deporte mismo.
                  Ya a fines de la guerra fue creciendo el número de los que presagiaban el fin del sistema
                  de organización de la cultura física alemana; en muchos puntos comenzaron a agruparse
                  aquellos elementos que pedían esta unificación deportiva, logrando que de la diversidad
                  de  asociaciones  locales  y  regionales  llegara  a  crearse  una  asociación  directiva  el
                  deporte.
                  Comité Nacional de Cultura Física (Deutscher Reichsbund für Leibensübungen)
                  El propósito de establecer una federación absoluta no tuvo el éxito deseado, pero por lo
                  menos se abrió paso a una forma preliminar que predisponía la unidad de la federación
                  nacional  de  Cultura  física:  En  el  “Comité  Nacional  de  Cultura  Física”  estaban
                  representadas todas las asociaciones deportivas. Este Comité logró asumir poco a poco
                  la autoridad necesaria para constituirse en una oficina central directiva. el ejército. Las
                  escuelas y los municipios fueron tomando un interés creciente en la labor de la comité,
                  apoyando su actuación oficial y le dieron una protección decisiva.
                  Si el mundo estimó a Alemania digna de que se celebrara en ella la fiesta de los Juegos
                  Olímpicos,  fue  ello  debido  a  la  labor  incansable  del  Comité  Nacional  de  la  Cultura
                  Física.
                  En la nueva estructura del Estado, la forma en que estaba organizada la cultura física no
                  podía satisfacer tal  y como hasta entonces existiera. Los principios de una educación
                  física en el sentido nacionalsocialista, exigían una organización eficaz y unificada que
                  estableciera  los  requisitos  necesarios  para  satisfacer  el  desarrollo  de  las  aspiraciones
                  vitales de la juventud.
                  El Comité Nacional no logró imponer, en las distintas asociaciones deportivas el mismo
                  modo  de  pensar  respecto  al  verdadero  significado  de  esta  forma  de  educación.  La
                  gimnasia, el deporte, los ejercicios atléticos representaban no solamente determinados
                  tipos  de  cultura  física,  sino  que  para  Alemania  tienen  una  importancia  singular  que
                  emana  de  los  propósitos  y  aspiraciones  educativas  de  cultura  física,  más  importante,
                  agrupando una s13.000 sociedades con más de 1,6 millones de miembros y formando
                  una  unidad  homogénea.  Sus  principios,  más  bien  podría  decirse  su  ideología,  se
                  diferenciaban fundamentalmente de aquellos profesados por las asociaciones deportivas
                  independientes.
                  La  situación  religiosa  en  Alemania  ha  influido  también  sobre  manera  en  el
                  desenvolvimiento  de  la  cultura  física.  Después  de  la  guerra  mundial,  las  principales
                  asociaciones  deportivas  patrocinadas  por  las  iglesias,  eran  la  “Juventud  Católica
                  Alemana”  y  la  asociación  evangélica  “Cruz  de  Roble”  (Eichenkreuz);  entre  ambas
                  reunían  casi  un  millón  de  afiliados.  El  número  de  asociaciones  de  cultura  física
                  independientes, podía estimarse en unas 300. La cantidad de afiliados incorporados en
                  todas estas organizaciones llegaba a seis millones, lo que revela la dispersión irracional
                  de fuerzas y dinero inherentes a esta división. Muchísimo más eficiente hubiera sido la
                  labor  de  las  asociaciones  de  cultura  física  en  favor  de  la  salubridad  pública,  del
                  adiestramiento  corporal  y  con  ello  del  bienestar  de  todos,  si  todas  estas  columnas
                  dispersas se hubieran reunido en un común esfuerzo para formar una entidad única.
                  La transformación  fundamental  a que se  sometió  la organización  de cultura  física en
                  1933 no fue emprendida por un “ridículo deseo de una absurda centralización”, como
                  tan a menudo se ha dicho en el extranjero, sino en atención a lo serios cuidados que el
                  nacionalsocialismo  ha  puesto,  desde  el  primer  momento,  en  la  conservación  de  los



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