Page 295 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
P. 295

supresión del consejo administrativo del Servicio Alemán de Correos. En este consejo,
                  de  eficacia  ejecutiva  en  los  asuntos  de  correos,  los  representantes  de  empresas
                  particulares disfrutaban  de una influencia decisiva y que a menudo aprovechaban para
                  realizar maniobras en beneficio de sus intereses egoístas.
                  El  decreto  de  1925,  que  no  veía  en  el  Correo  más  que  una  empresa  económica,  fue
                  derogado  totalmente  el  5  de  marzo  de  1937,  lo  que,  teniendo  en  cuenta  la  situación
                  política  actual,  sirvió  para  libertar  al  servicio  de  correos  de  todas  las  trabas  que  lo
                  ligaban a intereses económicos. Desde luego, esta medida no quiere decir que el Correo
                  hubiera de trabajar antieconómicamente o que se tratara de descuidar los intereses de la
                  economía,  pero  en realidad  el  Correo  no  tiene otra obligación  que  la  de  servir a  los
                  intereses de  la colectividad  y,  como  es  natural,  implícitamente ha de tener  en  cuenta
                  también los intereses económicos.
                  Este principio establecido por el nacionalsocialismo no admitía, por consiguiente, que
                  se  tomaran  en  consideración  las  peticiones  especiales  de  los  Estados  regionales,
                  contrarias a los intereses de la totalidad del pueblo. Los convenios postales establecidos
                  con Baviera y Württemberg, fueron derogados el 1.º de abril de 1934, y los servicios
                  postales  de  estos  Estados,  hasta  entonces  autónomos,  fueron  incorporados  al  aparato
                  administrativo  general  del  Servicio  Alemán  de  Correos.  Con  ello  se  consiguió
                  centralizar  la  organización,  establecer  los  medios  de  comunicación  bajo  principios
                  uniformes  y  hacerlos  más  elásticos,  excluyendo  los  afanes  de  lucro  tan  decisivos
                  anteriormente.
                  El  concepto  actual  sobre  la  actuación  del  Correo,  tan  diferente  esencialmente  de  los
                  tiempos  pasados,  tenía  necesariamente  que  provocar  un  cambio  importante  en  la
                  reglamentación de las tarifas de portes y franqueos. Si antes el Correo trataba de obtener
                  un superávit  lo  más elevado  posible,  conforme a  los principios  económicos de aquel
                  tiempo, ahora aspira a favorecer a la actividad económica y privada del pueblo alemán
                  en su  totalidad,  lo que también  encuentra  su expresión  en  la  rebaja de  las tarifas de
                  porte.
                  El Servicio alemán de Correos ha seguido este rumbo en todas sus secciones. El enorme
                  aumento de las expediciones y del intercambio epistolar en los últimos cinco años ha
                  demostrado  la  evidencia  de  estos  principios.  Bastará,  para  convencerse  de  ello,  dar
                  algunas cifras: en 1932, el número de cartas distribuidas fue de 5.609.000.000; en 1937
                  alcanzó a 6.437.000.000, lo que representa un aumento del 14,78 por ciento. En 1932,
                  se entregaron 227.000.000 paquetes postales; en 1937 se elevaron a 296.000.000, lo que
                  equivale a un aumento del 30,39 por ciento. En el mismo período el número de cuentas
                  corrientes postales ha pasado de 1.021.819 a 1.119.372, lo que supone un aumento del
                  9,55 por ciento, y el término medio de las cantidades depositadas ha pasado de 461,6
                  millones  a  729,6  millones  de  marcos,  lo  que  representa  un  aumento  del  58,06  por
                  ciento.  Los  ingresos  totales  del  Servicio  Alemán  de  Correos  han  pasado  de
                  1.658.900.000  marcos en  1932  a 1.940.000.000  marcos en  1937,  lo  que  significa un
                  aumento  del  16,9  por  ciento.  El  personal  aumentó  de  350.814  empleados  a  390.000
                  equivalente a una acrecencia del 11,2 por ciento.
                  Fiel a su misión como participante a la administración del Reich, el Correo alemán es
                  un leal servidor de la colectividad y considera como deber primordial apoyar el auge de
                  la vida económica, estimulada con medidas enérgicas por el gobierno nacionalsocialista,
                  y  a  este  fin  organiza  todo  el  sistema  de  servicios  para  conseguir  su  mejoramiento  y
                  aceleración.
                  Para dar un solo ejemplo, citaremos el esfuerzo hecho por la Dirección de Correos para
                  hacer accesible a todo el mundo las ventajas del teléfono. En el mismo año de 1933 se





                                                           295
   290   291   292   293   294   295   296   297   298   299   300