Page 180 - Egipto TOMO 2
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178 EL EGIPTO SUPERIOR
para la construcción de aquéllas. En otro tiempo extraíanse los bloques y las losas del fondo
de las montañas, hoy se sacan de la superficie' de las mismas, empleando la cuña y el
barreno. Las salas y aposentos que practicaron los canteros de los Faraones son inmensos:
inscripciones numerosas han hecho inmortales los nombres de más de un arquitecto real, y
la historia nos habla de prisioneros de estado y de guerra que aquí trabajaron como meros
peones. Aquí han suspirado y gemido amargamente los leprosos condenados á las canteras,
á los cuales narraciones egipcias impregnadas de parcialidad , pretenden identificar con los
hebreos, conducidos más tarde á Palestina por Moisés; sabemos ya que los griegos creyeron
reconocer en Ta-roua, antiguo nombre egipcio de Turah, la palabra Troya, y fundados en
ello imaginaron una leyenda según la cual, los prisioneros tróvanos, desembarcados en
Egipto con Menelao á su regreso de Grecia, habríanse ocupado en estos lugares en el trabajo
PIRÁMIDE DE MEDUM
de las canteras. — Dispuestas
y preparadas las piedras para la construcción, condúcense al
presente al Nilo ó al camino de hierro que lleva á las aguas sulfurosas de Heluan, á orillas
del desierto, en carretas arrastradas por bueyes; y ha bastado la existencia de este manantial
para establecer un lazo entre esas antiquísimas fuentes, de gran provecho para la curación de
las enfermedades de la piel y los leprosos , á quienes esta comarca se presume haber servido
de lugar de destierro. — No son pocos los afectados de tisis que procedentes de diferentes
sitios de Europa vienen á pasar el invierno en esta estación cómodamente instalada: el
ambiente del desierto es en ella tan puro y tan sutil, que no son pocos los enfermos
que, sentenciados á muerte por los médicos de su país, han encontrado aquí, no sólo
alivio á su dolencia sino también completa curación. El médico alemán Reil ha descu-
bierto en las cercanías de los manantiales sulfurosos un gran número de diminutos sílex