Page 184 - Egipto TOMO 2
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EL EGIPTO SUPERIOR             183
               Hase levantado un vienteeillo del Norte que infla la amplia vela latina, y  la dahabijeh se
             desliza contra la corriente cual si marchara á impulsos del vapor. En un sitio en el cual la
             montaña oriental se aproxima mucho á la orilla, tuvimos ocasión de contemplar un monas-
             terio que parecía suspendido de unas alturas abruptas y peñascosas: llevan éstas el nombre
             de Gebel-et-Teir,  la montaña de  los pájaros, y por casualidad pudimos ver  la inmensa
                               y otras aves que permanecían sobre un banco de arena, situado
             muchedumbre dé pelícanos
             junto ala orilla, ó revoloteaban sobre las aguas del Nilo. Mas hé aquí que de pronto remontan
             su vuelo muchas de ellas, como asustadas por un acontecimiento imprevisto, y no tardamos























                                        ZAFRA
             en distinguir sobre las aguas un hábil nadador que con robusto brazo hendía la corriente.  El
             vigoroso desconocido alcanza la dahabijeh al cabo de breves instantes, y desnudo como se
             halla salta al bote que llevamos á remolque, llamando nuestra atención sobre una cruz azul
             picada en su brazo. Es un monje copto que nos reclama una limosna teniendo en cuenta que
             pertenece á nuestra religión, y después de haberse metido en la boca la moneda de plata que
             le lanzamos, arrójase de nuevo al agua en demanda de su monasterio.  Es éste un edificio
             muy antiguo y sus habitantes se entregan con predilección al oficio de zapateros.  Refiere la
            leyenda que los pájaros, bukir, se reúnen en las cercanías en cierto dia de fiesta, y uno en
            pos de otro introducen la cabeza en una hendidura de la peña, hasta tanto que uno de ellos
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