Page 343 - Egipto TOMO 2
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260 HASTA TEBAS
que, al decir de la historia, practicó el conquistador macedonio ántes de la fundación de Ale-
jandría. La quinta de las fiestas cedía en beneficio del templo: según ella el Faraón debía
ofrecer á la divinidad planchas de metales ricos, cuajadas de piedras preciosas, en forma de
ladrillos. Según la sexta ceremonia el rey debió colocar la primera piedra, operación que
practicó colocando en el sitio correspondiente, por medio de una palanca, un bloque de
grandes dimensiones. Sigue á ésta la purificación del emplazamiento, la cual se practicaba
sembrando el Faraón con la mano derecha, entre la estatua de Hathor y el modelo del templo,
un gran puñado de granos de incienso mezclado con natrón, que para este objeto se prepa-
raban de antemano de una manera especial. La dedicación del templo á la divinidad se llevaba
á cabo por medio de dos ceremonias finales. Durante la primera, que en el orden con que se
realizaba el conjunto de las mismas era la octava, el rey extendía su mano sobre el modelo del
templo que se hallaba colocado entre él y la imagen de Hathor: durante la segunda, es decir,
la novena y última, proyectaba la sombra de su brazo derecho encor-
vado sobre el modelo referido. Éste ofrece
la forma de una capilla coronada por un
cimasio, con gorguera ó collarín, que es
el jeroglífico empleado comunmente para
representar un templo ó santuario.
Durante las ceremonias referidas los
reyes no empleaban los instrumentos del
operario ó del albañil, sino otros de más
pequeñas proporciones, de forma más
elegante y de más fácil manejo, que
podrían compararse á la llana de plata
que se pone en manos de nuestros prín-
cipes en la colocación de las primeras
piedras. Ha llegado hasta nosotros un
PLANO DE DENDERAH PLANO DE EDFU
número regular de estos instrumentos en
miniatura, que el curioso puede estudiar en el Museo Egipcio de Leiden. La construcción
propiamente dicha empezaba por el santuario (I del plano); el sancta sanctorum, destinado á
formar el núcleo de todo el edificio. Dos pequeñas salas (1 y 2) provistas de gabinetes
accesorios, seguían inmediatamente al mismo. Después una sala más vasta (II), cuyo techo
descansaba sobre seis columnas y en la cual abrían tres cámaras á la derecha y otras tres
á la izquierda, y por último se construía la gran sala hypostila (III) con sus veinticuatro
columnas. Dos escaleras, una recta y otra de caracol, conducían á la parte superior del techo,
en la cual se encontraban seis cámaras y un pabellón perfectamente ventilado. En otros
templos , y según veremos luego en el de Edfu , á la gran sala hypostila se añadia un patio
empedrado, provisto en uno, dos, tres ó en sus cuatro lados, de vastas columnatas que
Este dilatado
formaban lo que se conoce con el nombre de peristilo (IV en el plano de Edfu).