Page 410 - Egipto TOMO 2
P. 410

.




                    324                      TEBAS
                  que reconocieron que la justicia debía ser ciega, puesto que representaban al juez supremo
                  llevando pendiente del cuello una imágen de su Temis con los ojos cerrados. En la sala que
                  nos ocupa se encuentran aún algunos zócalos que sirvieron de pedestal á las estatuas, y en el
                  vestíbulo que hemos atravesado al entrar, se ven cabezas de estatuas labradas en granito
                  gris, de muy bella ejecución, cuyos ojos y boca tienen una expresión singular, difícil de
                  describir.  Así como en otros sitios las pinturas que reproducen asuntos bélicos sólo se ven
                  en los muros exteriores del templo, en éste se encuentran también en el interior de la sala,
                  y por cierto de notable belleza. ¡Qué fuego en la actitud de los caballos!  ¡Qué furor el de los
                  combatientes, peleando denodados por ambas partes,  ante  la fortaleza que  se acaba de
                  asaltar por medio de escalas aplicadas contra  el muro, desde cuyo adarve son arrojados al
                  foso los que guarnecían la vencida fortaleza! Toman parte en  la pelea muchos de los hijos
                  del rey: en  la pared del fondo se ven todos ellos en fila, llevando cada uno su nombre, sus
                  títulos y sus dignidades, tal cual quiso representarlos Ramsés. El que se ve en el décimotercio
                  lugar, es  el que ocupó  el trono, en edad ya madura, después de la muerte de su padre.
                  También existen las hijas del rey: la más distinguida de todas, Bent-Anat, está representada
                  con la insignia que distingue á las reinas. Las cámaras y los aposentos existentes en la parte
                  posterior contienen igualmente más de una figura digna de mención. De ellas hay una que
                  representa al gran Faraón, cuyo nombre inscriben sobre frutos de persea,  el dios de las
                  ciencias y la diosa de las bibliotecas. La pequeña sala con columnas en que se encuentra este
                  bajo-relieve, probablemente formaba parte de la biblioteca del templo: Diodoro refiere que
                  sobre su puerta se leia esta inscripción: Casa de salud para el alma.
                    Las grandes construcciones de ladrillo que formaban parte del Rameseum propiamente
                  dicho, las salas de los patios y las casas que servían de habitación á los sacerdotes, á los
                  profesores y á los discípulos, pueden reconocerse aún, merced á las vastas ruinas que las
                  denuncian. También se han encontrado las tumbas de algunos bibliotecarios; y numerosos
                  papiros que tratan de diversas materias, demuestran que la academia de sabios adscrita á
                  este templo votivo, debe ser considerada como  el centro de la vida intelectual de la época á
                  que pertenece.  Los  escritores más famosos que de  ella formaban parte fueron Pentaur,
                  Kagabu, Anana, Hora, Mer-Apu, Bek-en, Ptah y otros. El autor de estas líneas en su
                  novela Uarda, ha tratado de reproducir, con la posible fidelidad, inspirándose en los monu-
                  mentos,  la imágen de uno de estos semilleros de  la ciencia egipcia, eligiendo para ello la
                  Casa de Seti, que habia sido fundada y florecía ántes del Rameseum, que como se deja
                  entender por lo que llevamos consignado, no fué construido hasta después de la batalla de
                  Kadesch
                    Ramsés no sólo terminó los monumentos que dejara comenzados su padre en la ribera
                  occidental del Nilo, sino que además adornó con sus estatuas la gran puerta que conducía á
                  la inmensa sala hipóstila de su padre (Karnak V), levantó un muro formidable en derredor
                  de la parte más antigua del santuario nacional, y lo engrandeció, uniéndole por la parte del
                  Norte magníficos edificios. Al templo fundado en Luqsor por Amenofis III,  le agregó un
   405   406   407   408   409   410   411   412   413   414   415