Page 412 - Egipto TOMO 2
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TEBAS                     327
             de menores proporciones. Merced á los resplandores de  la antorcha que sostiene nuestro
             guia, podemos distinguir abiertos en la roca, enlucidos con estuco y pintados con vivos
             colores, cuadros numerosos y extensos jeroglíficos, que dan cuenta de los mismos sucesos
             referidos y consignados en los muros del Rameseum.  Aquí como  allá vemos al león del
             rey precipitándose con éste sobre las filas de los chetas. En  el santuario existente en lo
             más hondo de la excavación, vese  al Faraón, adorado al par de la divinidad, teniendo á
             su lado á Harmachis (Hor-em-Chuti), al Amon de Tébas, y á Ra de Menphis.
               Los sabios de la Casa de Ramsés, que pueden ser considerados como los predecesores
             del Museo  de  Alejandría,  desplegaron una  actividad  sorprendente  bajo  el reinado  de
             Menephtah, que como su padre Ramsés, compartía su residencia entre Tébas y Tamis en
             la Delta, concluyendo por fijarse en  la última de dichas ciudades. Aquí, en medio de una
             población semi-semítica, los hebreos se hallaban sometidos á la esclavitud, y obligados á
             dedicarse á las penosas tareas de que nos habla la Biblia, puesto que Menephtah  es  el
             Faraón á quien se refiere el Éxodo. Fácilmente puede comprenderse la dureza con que
             eran  tratados y  oprimidos los semitas, en  la parte más oriental de los nomos que con-
             finaban con los países ocupados por las tribus independientes de la misma raza, considerando
             que en su tiempo, los pueblos líbicos existentes al Oeste del valle del Nilo, se coaligaron
             con los habitantes de las islas del Mediterráneo con el propósito de apoderarse del Egipto.
             Una inscripción de Karnak nos da cuenta de que Menephtah alcanzó una victoria importan-
             tísima sobre sus enemigos  cerca  de  Prosopis,  del mismo modo que, merced  á otros
             documentos pertenecientes á los años que siguieron al reinado del mismo, sabemos también
             que  el acontecimiento conocido bajo el nombre de Éxodo de los judíos, ejerció influencia
             decisiva en  la marcha histórica del Egipto. En  efecto,  al cabo de poco tiempo estallaron
             las sublevaciones y las revueltas de los jefes de los nomos,  la Delta prestó obediencia,
             durante algunos años, á un siriaco llamado Aarsu, y la ambición de muchos pretendientes
             rivales, que periódicamente lograron apoderarse del cetro de los faraones legítimos, con-
             movió hondamente  el Estado, hasta tanto que la política habilísima de Seti-necht restableció
             la calma en  el Egipto. Ramsés III, hijo de Seti-necht, dió principio á una nueva dinastía,
                                  miserable, como grandes y afortunados habían sido sus
             cuyo fin debía ser tan  triste y
             comienzos.
               Entre todas las memnomas que se encuentran en la orilla occidental de Tébas, distínguese
             por  la grandiosidad v por la originalidad de su plan, así como por el buen estado de consei
             vacion de sus partes principales, la que lleva el nombre de templo de Medinet-Habu. La
             construcción de tan bello edificio, cerca de un pequeño templo de Thutmosis III (I del plano),
             al Sur de la necrópoli  , se debe á Ramsés  III. Durante  el gobierno de los Tolomeos y de
             los Césares, alcanzó notables y  espléndidos mejoramientos, y más tarde, cuando la fe en el
             Salvador  arrojó  las  divinidades egipcias de  los  lugares en  que  se  les  prestaba  culto,
             establecióse en sus aposentos una comunidad religiosa, que construyó una iglesia en uno
                      Mariette lo hizo limpiar hace algún tiempo, empleando en  ello numerosas
             de los patios.
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