Page 505 - Egipto TOMO 2

DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA 423
destinada á biblioteca, según expresan las inscripciones grabadas sobre la puerta y sobre las
paredes: un nicho abierto en la pared septentrional, encima del cinocéfalo sagrado, y debajo
del Thot-ibis, servia para custodiar los libros más santos. Las líneas de jeroglíficos que
rodean la puerta de esta librería, nos revelan que en ella, con los escritos relativos á las
prácticas que debían observarse á la entrada y á la salida del templo, y diez libros proce-
dentes de la Nubia, se conservaban todos los títulos de donación otorgados por los reyes á
Isis, escritos en pergamino ó en papiro. En el extremo Sur de la
columnata, detrás de la cual se abrían dichas cámaras, encuéntrase
una puerta, junto á la cual se hallan consignadas las inscripciones
aplicables á los porteros del templo
y á los visitantes á quienes podían
permitir el ingreso en el santuario.
Volvamos al patio, y por la puerta
central del segundo par de píleos
(VII), penetremos en la sala hipós-
tila. Iluminada y pintada de diversos
colores, hállase perfectamente situa-
da en el más bello de todos los tem-
plos. Encierra cuatro grupos de tres
columnas, cuyos pintados capiteles
CAPITEL CON MÁSCARAS DE HATHOR
capitel adornado de plantas
se iiaqan adornados de plantas: sólo
se hallaba cubierta en una mitad de su superficie, y por consiguiente penetraba en el interior
una luz vivísima que se graduaba por medio de un velario: todavía se distinguen los agujeros
destinados á dar paso á los numerosos cables que sostenían el inmenso toldo, mediante el
cual se impedia que penetraran en él los abrasadores rayos del sol. En el techo se distinguen
algunos cuadros astronómicos: las cruces escul-
pidas sobre las piedras de la muralla y un nicho
ú hornacina adornado con el símbolo del cristia-
nismo por un arquitecto bizantino, revelan que
esta sala sirvió de basílica á los habitantes de
Philee, en cuanto se convirtieron á la fe del
Salvador. Las salas que desembocan en la parte
terminan en el san-
posterior de la hipóstila y
tuario que flanquean dos cámaras, hállanse
materialmente llenas de inscripciones. Los cuadros y los textos que tapizan las pequeñas
tesorerías revelan que los Tolomeos prodigaban sus dones á Isis. El segundo y el tercero de
ellos, Filadelfo y Evergetes I, hicieron construir esta parte del edificio que sirve de núcleo al
conjunto del templo; en cambio los demás miembros de la familia de los Lágidas, entre los
cuales nos contentaremos con consignar el nombre de Tolomeo Filopator, trabajaron ince-