Page 84 - Egipto TOMO 2
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LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZKAR  81
                                    la fe son dos cosas tan inseparables, que en la historia de
                Para el musulmán la ciencia y
              los árabes, la época anterior al islamismo se distingue con el significativo nombre de época de
              la ignorancia.
                        Cierto que la ciencia tan estrechamente unida al Islam, es exclusivamente la
              ciencia de la religión; mas áun así, constituye un árbol de numerosas ramas, y la profun-
              didad que ha alcanzado desde los primeros momentos,
                                                le da derecho á llenar la vida toda de
              un hombre. Por
                          lo demás en manera alguna excluye á los eruditos que nada tienen de
              religiosos,
                     y hasta recomienda este género de estudios existiendo un proverbio árabe que
              dice: «estudia la magia, pero no la practiques. Es necesario saber y no ignorar cosa alguna.»
                                                     fe resulta manifiesta con  sólo
                La estrechez del vínculo existente entre la ciencia y la
              considerar que  el  sitio donde se ora y donde se estudia es uno solo y que la fundación de
              escuelas hállase siempre enlazada con la fundación de mezquitas. Todos los legados (aoukaf)
              referentes á la enseñanza
                              y á su dirección, eran inviolables por la ley; sin embargo, príncipes
              sin conciencia ha habido que se lian apoderado de ellos en determinadas circunstancias, sin
              que hayan faltado sabios, de sobra complacientes, para proporcionar argumentos especiosos
              que dieran al abuso apariencia de legalidad.  Esto explica el motivo de haber desaparecido
              muchas de las escuelas agregadas á diferentes mezquitas del Cairo.  Otras, y en el número de
              ellas puede citarse, por via de ejemplo, la mezquita de Ouerdani, de la cual sólo se hallan en
              buen estado de conservación el alminar v la bella sala interior, han ido desmoronándose: v en
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              estos casos los bienes de las fundaciones piadosas que de ellas dependían, ó han pasado á las
              autoridades seculares, ó se han empleado en beneficiar otros establecimientos análogos,  así
              como á los profesores y alumnos de las instituciones suprimidas.
                A la acción simultánea de todas esas causas y de todas las circunstancias referidas, debe la
              escuela superior de el-Azhar la inconcebible prosperidad de que goza; pues en realidad de
              verdad, á  la misma ha ido á converger la vida, antes repartida entre muchas mezquitas.
              Comparadas con ella apénas merecen llamar la atención las demás escuelas del Cairo. ¿En
              qué otra ciudad del mundo existe una universidad en la cual pase de trescientos el número
              de profesores y de diez mil el de discípulos?
                Ya hemos hablado de su edificación en  el año 909 después de Jesucristo:  la última
              restauración de importancia de que ha sido objeto, practicóse en el año 1720. Diez y siete
              años después de haberse fundado, estableciéronse en ella cursos de enseñanza teológica, y
              desde entonces afluyeron á ella mandas y legados que aseguraron á los hijos de la ciencia el
              poder consagrarse al estudio sin que debieran ocuparse en proporcionarse los medios indis-
              pensables para atender á su sustento: tantos, y tan pingües fueron los donativos. El mismo
              hombre-clios Hakim 1 concedió á la mezquita el usufructo de un número considerable de
              dominios situados en Egipto, en Siria y en otras provincias. Después de  la caida de  los
              califas fatimitas, que habían pertenecido á la secta chiita, alcanzó preponderancia la corriente
              sumsita, y á pesar de ciertas dificultades que se presentaron  , llegó  á alcanzar hasta tal punto

               1 Tomo I, pág. 295.
                  EGIPTO, TOMO  II.
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