Page 85 - Egipto TOMO 2
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82          LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
                la supremacía, que la escuela superior de el—Azhar en su principio chiita, convirtióse al cabo
                de muy poco tiempo en una de las fuentes más abundantes de la ciencia sumsita. Hoy mismo
                continúa siéndolo, procediendo con tal amplitud de ideas, como sólo puede concebirse en el
                círculo del Islam,  esta religión tan intransigente para cuanto sea distinto de  lo que  ella
                sostiene, como tolerante para las variedades de creencia que surgen en su propio seno.
                  Es indispensable prescindir por completo de nuestra «ortodoxia dogmática» para com-
                prender que en la mezquita de el-Azhar, oren juntas y en paz, una al lado de otra, cuatro
                sectas, ó mejor, cuatro ritos diferentes, reconocidos todos como ortodoxos, y que sus cuatro
                sistemas, representados por profesores sabios y  escolares entusiastas, sean enseñados y
                aprendidos con completa libertad
                                    y sin que den lugar al rozamiento más insignificante ni á la
                más pequeña discordia. En efecto, el Islam ortodoxo de la Sunnah, cuenta cuatro ramas ó
                ritos diversos, que lejos de ser contradictorios ó hallarse en desacuerdo, explican y ponen
                más de relieve, gracias al auxilio que mutuamente se prestan, las tradiciones de la fe musul-
                mana y las leyes de  la vida mahometana, de maneras frecuentemente muy opuestas. La
                doctrina hanbalita, es decir, del imán Ahmed ibn-Hanbal, que es el más intolerante de todos,
                respecto de cuanto no sea la doctrina islamítiea en su más genuina pureza, cuenta muy pocos
                partidarios
                       y se sujeta estrictamente al sentido literal del Coran, y por consiguiente sostiene
                que Dios tiene forma humana. Germina en ella cuanto sabe á odio fanático contra todo lo que
                es extranjero
                        y no musulmán, ese odio que, según equivocadamente se presume, constituve
                el rasgo característico del Islamismo: de la misma proceden igualmente muchas, por no decir
                la mayor parte, de las herejías, entre ellas, el ouahabismo, que como sabemos, domina en la
                Arabia superior,
                           y en la India. La escuela malekita fundada por un doctor de Medina,
                Malik ibn-Anas, empuña el estandarte de la tradición musulmana. Sus partidarios hallá-
                banse extendidos por toda la Andalucía
                                         y hoy se encuentran en las comarcas de Argel, en
                las regencias berberiscas  y en  el Egipto superior. La secta más transigente,  y por lo mismo
                la que más se separa del exclusivismo tradicional se llama hanejila.
                                                          del nombre de su jefe
                ó fundador en el Irak, el imán Abu Hanifah  : sus partidarios son muchos
                                                            y muy importantes,
                pues domina en  los círculos  oficiales.  Entre éstos y  los tradicionalistas puros existe  la
                escuela shcifeita,
                          del imán Shafei, cuyo sepulcro hemos visitado en el Karafeh L Antes de la
                conquista de Egipto por Selim era
                                       la dominante; mas desde que á
                                                            ella se antepuso  la
                practicada por los turcos hanefitas, el gran jeque, ó como si dijéramos, el rector de la escuela
                de el-Azhar, pertenece siempre á la confesión hanefita. Lo propio puede decirse respecto del
                mufti de los países situados en las márgenes del Nilo, cuyo nombramiento se ha confiado
                hace poco tiempo al gobierno egipcio.
                  Pero no son únicamente las consideraciones dogmáticas ó las cuestiones jurídicas las que
                separan considerablemente  estas cuatro sectas: en sus  diferencias influyen también  las
                prácticas del culto;
                            y sin embargo, las cuatro están representadas por imanes en las mezcjui-
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