Page 229 - Murray, Gilbert. - Grecia Clásica y Mundo Moderno [1962]
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LETRAS HUMANAS Y CIVILIZACIÓN 233
‘‘No para recargar la memoria, sino para constante iluminación
del alma.” Recordando estas palabras, preguntémonos : ¿no fue un
gran acontecimiento histórico el poema en que se narra dicho idilio?
Cuando el general Wolfe dijo que preferiría haber escrito la Elegy
in a Country Churchyard de Gray a haber tomado Quebec estaba
expresando un juicio que podrá ser o no ser acertado, pero que sin
duda no es absurdo. Lo que en la historia estudiamos es el levantarse
de la especie humana, la elevación de la vida humana. Claro está
que ese levantarse no es un proceso continuo, y la frase de que me
he servido quizá sea sumamente insuficiente e inexacta? pero si hay
algún sentido en la larga crónica de la vida del hombre sobre la
tierra, si no es simplemente, en la satírica frase del malogrado Lord
Balfour, “ un episodio breve y desprestigioso en el historial de uno
de los planetas menores” , entonces ha de ser un proceso con un sen
tido, un relato con argumento y, en términos generales, parece que
es un esfuerzo constantemente repetido por mejorar o ennoblecer
la vida. Pues bien, de ser así, la composición de la Elegía de Gray
muy bien puede ser un acontecimiento más importante que la toma
de Quebec. Un poema grande es un trozo de vida noble — esto es,
de experiencia elevada, intensa y hermosa— , y una fuente de vida
noble después, para cuantos lo lean. Es un gran logro. Y un histo
riador podrá decir: “Aquí, por primera vez, en sus siglos y milenios
de lucha o esfuerzo, el espíritu del hombre alcanzó tal o cual altu
ra...” ; y claro está que no puede decir tal cosa a conciencia a menos
que entienda la obra lograda misma..., o sea, a menos que sienta
el poema.
Tomemos otro exponente más patente de vida noble. Se recor
dará la tradición, verdadera o falsa, según la cual el espectáculo ro
mano de las luchas de gladiadores acabó por suprimirse, después de
muchas protestas, cuando el monje Telémaco se precipitó en el circo
y se hizo matar tratando de impedir la carnicería. Una historia aná
loga se contaba de dos filósofos de la escuela cínica. Es indudable
que la mayor parte de la gente todavía disfrutaba con el deporte
de ver a semejantes suyos hacerse pedazos unos a otros ; en cambio,
algunos hombres lo detestaban de tal manera que dieron la vida por
impedirlo. No cabe duda de que el mundo dio un paso adelante
cuando se hizo tal cosa. Fue un hecho de importancia histórica mayor