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104            ORIGEN DE LOS INDIOS


            sagrado, Salomón mandó construir en Esiongabar, sobre el
            Mar-Rojo, las naves destinadas á Ophir, cuya flota era im-
            pulsada por expertos pilotos y marineros que le proporcio-
            nó Hiram, rey de Tiro (con el que celebró alianza) quienes
            doblaron el Cabo de Buena Esperanza y is unieron con la
            flota aliada para dirigirse á Ophir, denominada Terra Áurea
            (Tierra de Oro)
                Juan Goropio en sus Orígenes Autuerpianas, y Guillermo
            mo Portel en su Orbis Concordia, dice también que Ophir es «
            el Perú,  y que los bajeles de la flota de Salomón trasporta-
            ban el oro, maderas  y  piedras preciosas del Perú hasta  el
            Istmo de Panamá (en el Pacífico)  y que de allá otros bajeles
            partían del mismo Istmo (en el Atlántico), haciendo escala
            en lee islas de Cuba y Santo Domingo, doblando en seguida
            el Cabo de Buena>Esperansa y rastreando, en   fin, las cos-
            tas orientales de África, entraban en el Mar-Rojo.
                Arias Montano, en su obra ya citada, describe otro
            itinerario, pues dice: "Las naves que el rey Salomón man-
            daba á Ophir en busca de oro, pasaban por       las Moln-
            cas, y luego por México para llegar al Perú; y de vuelta,
            costeando á Chile, atravesaban el Esbrecho de Magallanes,
            y doblando el Cabo de Buena-Esperanza, entraban al Mar-
            Bermejo, empleando tres años en el viaje.'*
                Para confirmar aún más las opiniones emitidas por los
            autores anteriormente citados, el P. Fr. Gregorio García,
            en el lib. IV, cap. II de su Origen de los Indios, pág. 132,
            dice:  '^Salomón fué sapientísimo, y entre puras criaturas
            ninguno hubo que supiese tanto como él, y como tal nos le
            vende la Divina Escritura,  y  que no hubo cosa natural, arte
            ó ciencia, que no la supiese ó conociese, y consiguientemen-
            te, supo la geografía y cosmografía, y con ella lo que in-
            cluían las Indias Occidental s. tan llenas de portentosas no-
            vedades. Y así él mismo daría noticia, instrucciones y or-
            den á los pilotes y marineros, enseñándoles como, por don-
            de y á doade habían de ir con la flota,"
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