Page 349 - I. Origen de los indios de Amrica. II.Origen y civilization de los indgenas del Peru
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don tuvo entre los habitantes de la altiplanicie de loi Andes
pernanoB, legándoles no solamente sus costambres y su filo-
logía, sino también su arte arquitectónico, pues se aiegnra
qne los monumentos de Tiahnanaco guardan cierta analo-
gía con los de la Caldea Babilónica. El hecho e?, que en me-
dio de todo, no es posible precisar con exactitud quienes
fueron los edificadores de esos grandiosos monumentos, los
más notables del Mundo, por las piedras colosales emples-
das en su construcci5n; pero lo cierto es, también, que esos
famosos monumentos son hechura de una rasa especial, 7 si
se quiere, hasta extraordinaria.
Los antropólogos niegan, en lo absoluto, la existencia
en el Perú de una raza de gigantes constructora de porten-
tosas monumentos monolíticos; pero el hecho es, que todos
los antigües historiadores están acordes en un punto: que
en el Pv^rú hubo, en tiempos remotísimos, una civilización
bastante avanzada, que desapareció totalmente, al extremo
de que, cuando aparecieron Manco-Ccapacc y Mama Odia
en la cumbre del Huanancauri á regenerar la sociedad, el
país estaba habitado por tribus algo civilizadas, algunas,
y salvajes las más, que no sabían siquiera explicar el origen
de las importantes ruinas de Tiahuanaco. Sin embargo, no
solamente es presumible, sino hecho que no tieóe lugar á du-
da, que los hombres de esa civilización antiquísima debieron
poseer algún medio mecánico de grandísimo poder, no tan-
to para arrastrar á largas distancias las pesadísimas moles
de piedra de granito de esos soberbies edificios ciclópeos, si-
no, sobre todo, para colocarlas en los elevados sitios en qne
se hallan. Es posible que los hombres extraordinarios de
esa civilización antiquísima se remonten á la época anti-
diluviana, ó,á lo menos, á los principios de lapost-diluviana.
Réstanos, para terminar este punto, manifestar la opi-
nión de un viajero alemán, que, últimamente, ha hecho ex«
ploracioces científicas en Tiahuanaco, el que supone que este
logar, en la época de su mayor apogeo, fué una gran ciudad