Page 209 - Fantasmas
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Joe HiLL
cable y tiraron con fuerza cruzando las muñecas. Al le puso a
Finney una mano. en la cara y le arañó la mejilla izquierda. Fin-
ney tiró más fuerte del cable y la lengua de Albert salió de su
boca como un resorte.
Al otro lado de la habitación el teléfono negro empezó
a sonar. Mientras, el hombre gordo se asfixiaba. Dejó de ara-
ñar la cara de Finney y agarró el cable negro que tenía alrede-
dor de la garganta. Sólo podía usar la mano izquierda, porque
tenía los dedos de la derecha destrozados y retorcidos en va-
rias direcciones. El teléfono sonó de nuevo y el hombre gordo
dirigió la vista hacia él, y después a la cara de Finney. Tenía
las pupilas tan dilatadas que el anillo dorado de sus iris se ha-
bía encogido hasta casi desaparecer. Sus pupilas eran ahora dos
globos negros que eclipsaban dos soles gemelos. El teléfono
sonó y sonó. Finney tiró del cable mientras en la cara negruz-
ca y amoratada de Albert se dibujaba una horrorizada pregunta.
—Es para ti —anunció Finney.