Page 282 - Fantasmas
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FANTASMAS



            —Él conducía...  me  refiero  a mi marido.  Algunos  dicen
       que  el accidente  fue culpa suya,  que  conducía  de forma  des-
       cuidada.  Lo investigaron.  Supongo que sí fue su  culpa. —Se ca-
       lló unos  instantes  y después  añadió—:  Lo único  bueno  de su
       muerte  es  que  al menos  le ahorró  tener  que pasar  el resto  de
       su vida con  algo así sobre su conciencia.  Vivir sabiendo  que aque-
       llo fue culpa suya...  eso  lo habría  destruido  por dentro.
             Killian  deseó  ser  Gage. Él habría  sabido  qué decir en una
       situación  así. Habría  alargado el brazo por encima  de la mesa  y
       la habría tocado.  Killian,  en  cambio,  siguió sentado  con  las bo-
       tas  del muerto  puestas  y buscando  algo que decir. Después  sol-
       tó de buenas  a primeras:
            —Las  cosas  más terribles  siempre les ocurren  a las mejo-
       res  personas.  Las más  amables.  Y la mayoría de las veces  no  hay
       ninguna razón  para ello, sólo mala suerte.  Si no  está segura us-
       ted de que  fue su  culpa, ¿por  qué se  tortura  pensándolo?  Ya
       es  bastante  duro perder a alguien sin necesidad  de eso.
            —Bueno,  intento  no  pensar  en  ello —dijo la mujer—.  Le
       echo de menos,  pero doy gracias a dios por cada noche  que pa-
       samos  juntos durante  doce años.  Doy gracias a dios por sus  hi-
       jas, que tienen  sus  ojos.
            —Sí —dijo Killian.
            —NOo  saben  qué hacer.  Nunca  se  han  sentido  tan  con-
       fusas.
            —Sí —repitió.
             Se quedaron  sentados  un  rato  y entonces  la mujer dijo:
            —Me parece  que tienes su  misma  talla de ropa.  Puedo dar-
       te una  de sus  camisas  y unos  pantalones,  además  de las botas.
            —No,  señora,  no  estaría  bien  aceptar  cosas  que  no  pue-
       do pagarle.
            —Olvídate  de eso.  No  hablemos  de dinero,  lo que  bus-
       co  es lo bueno, por pequeño  que sea,  que pueda salir de algo tan
       triste.  Eso  me  haría sentirme  mejor —dijo con  una  sonrisa.




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