Page 102 - Extraña simiente
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Pensó en hacer bocina con las manos y gritar: «¡Hola! ¡Hola!», pero
extrañamente sintió que sería hacer una tontería, comportarse como un
cobarde. Nunca podría admitir que también sería la prueba del fuerte miedo
que se había apoderado de él repentinamente. Además, si la tierra y todo lo
que la habitaba se había dormido, sus gritos la despertarían. Despertarían a los
fantasmas también. Les informarían de su presencia y de su aprensión.
* * *
Rachel se quedó mirando al niño en silencio, tranquilamente, desde el
umbral de la puerta. Estaba de espaldas a ella, la cara pegada contra las tablas
que tapaban el hueco de la ventana. A pesar de la escasa luz, podía apreciar la
línea de sus músculos tensos bajo el traje de pana verde. Sorprendentemente,
no intentó quitárselo cuando se lo puso por primera vez, unos días antes.
—¿Te importaría decirme qué ves ahí fuera? —le preguntó Rachel
dándose cuenta de lo chistoso que era preguntarle esto, y disfrutando de ello.
Rachel hizo una pausa. El chico no dio ninguna señal de saber que ella
estaba en la habitación.
—¿Es la libertad? —siguió preguntando Rachel—. ¿Es la libertad lo que
ves?
Se dio cuenta de que el tono de su voz se había vuelto ligeramente
compasivo.
—Todos perdemos nuestra libertad —continuó diciendo—. No tenemos
otro remedio. Yo perdí la mía por Paul, él la suya por esta casa y tú la tuya
por nosotros. Así es como son las cosas. Lo siento, pero así deben ser.
El chico no se movió.
Rachel avanzó unos cuantos pasos.
—Echas de menos la luz del sol, ¿verdad? —le dijo—. Tengo que admitir
que estamos siendo muy injustos contigo, teniéndote encerrado en esta
habitación tan triste. ¿Pero no es el destino de los padres ser injustos?
Rachel avanzó un poco más hacia él. Pero el niño seguía sin parecer notar
la presencia de Rachel.
—Pero lo hacemos por tu bien. Quiero que tengas esto muy presente. Si te
dejáramos salir como a un niño normal, podrías escaparte. Y no queremos que
vuelvas al bosque.
Rachel oyó un ruido de ropa rasgándose, de costuras estallando. Los
sonidos cesaron de golpe.
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