Page 198 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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188                                La trágica noche de Santacruz



          curso de tu vida de estudiante, no aflojes, no te rindas, mira hacia el
          futuro, le aconsejó su madre.

          Pero, como por aquí así se dice, las palabras entraron por un oído y
          salieron por el otro. Richard estaba en la entrada de un túnel estrecho,
          oscuro, sórdido, lúgubre, tenebroso y siniestro. Muy pronto se vio
          como poseído por una desenfrenada pasión por Katty, se dejó arras-
          trar por un amorío fácil, se envileció por el amor de una mujer que
          lo arrastraría hacia un precipicio. Richard comenzó a explorar lo des-
          conocido, a imaginar un mundo prohibido. Las drogas, el alcohol y
          la pasión dominaron su espíritu, doblegaron su voluntad fácilmente
          y zozobró en un mundo ajeno para él.

           Al principio, solo los viernes Katty esperaba a Richard en las afueras
          de Inteeso. Con el pasar de los días, las citas y encuentros furtivos
          amorosos fueron casi a diario. Era la misma rutina, unas vueltas por
          los anillos de la capital cruceña, los viernes en Equipe saludando a
          conocidos, ya Richard era conocido entre los amigos de ella; luego
          viajaban al mundo del deseo y la lujuria y al amanecer a casita. Cinco
          meses después, la madre de Richard le llamó vehemente la atención,
          su madre había visitado Inteeso donde le informaron que su hijo faltó
          dos días a clases y que sus calificaciones comenzaron a ser menos
          que regulares.

          -Ya comenzaste a andar por el camino equivocado hijo, tus califica-
          ciones bajaron, eras el mejor estudiante de Inteeso, ahora te faltas a
          clases y bueno, exijo una explicación.

          Fue cuando su madre se dio cuenta que su hijo Richard estaba an-
          dando por mal camino, advirtió que contestaba con evasivas, asi-
          mismo advirtió un cambio drástico en su conducta, estaba díscolo,
          rebelde, desobediente. Vio en su rostro a un hombre débil, sin ambi-
          ciones, sin ganas de seguir adelante en sus estudios y se dio cuenta
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