Page 203 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz                           193



            todo era bello a su alrededor, se sintió desinhibido, alegre, se vio
            volar en un cielo espléndido, vio que Katty era la mujer más hermosa
            del mundo, creía tener una fuerza descomunal, unas ganas de cruzar
            la ciudad trotando, de pegarle a cualquier hombre que se le atraviese
            en su camino.

            Esa noche se amaron como nunca en la vida, cruzaron cielos y mares
            en una noche de delirio y pecado, volaron por un cielo diáfano y no
            aterrizaron nunca. A la mañana siguiente ambos tenían los ojos rojos,
            la garganta seca, y los ánimos por los suelos. Vivían en concubinato
            con la misma rutina en una lujosa vivienda por el barrio Los Chacos,
            en la calle Los Totaíes. Se levantaban a altas horas de la mañana, mu-
            chas veces después de una parranda con droga, alcohol y sexo de-
            senfrenado. Pasaba el tiempo y Richard había perdido el amor por
            su madre y sus hermanos, a quienes ni siquiera llamaba por teléfono,
            perdió el interés por el estudio de arquitectura, ya ni recordaba los
            conocimientos adquiridos.

            La pareja muchas veces discutía sobre su situación. Luego ella desa-
            parecía de la vivienda sin dar explicaciones y regresaba a cualquier
            hora, sin dar por supuesto, detalles. Otro día se mostraba irritable,
            aburrida, déspota, pero luego después de consumir el polvo planco
            cambiaba de semblante y de conducta, entonces era amable, cariñosa,
            dialogaba y hacían planes para el futuro. Así pasaron casi dos años.
            En aquel tiempo Euclides Santacruz ya había sido elegido diputado
            y entró de lleno para la campaña, Arenal se disponía a arrasar en los
            comicios municipales.

            En Inteeso, Richard fue borrado de las listas de alumnos regulares,
            sus compañeros de su facultad visitaron a su madre para conocer qué
            fue de su destino y no hallaron respuestas. Por su parte, Richard y
            Katty desayunaban y luego salían a dar vueltas por la ciudad, con el
            pasar de un tiempo tedioso, él fue descubriendo secretos. Encontró
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