Page 200 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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190 La trágica noche de Santacruz
ble, dicharachero, entusiasta. Los últimos días se encierra en su dor-
mitorio y no dialoga con nadie. Recurre frecuentemente a las menti-
ras, es evasivo. El otro día se negó a hablar con su padre, que le habló
por teléfono desde Santiago.
-Bien, ahora viene lo más difícil –dijo Chichina Manzanero-, ¿usted
ha revisado su ropa, no ha encontrado un polvo blanco? No se deje
engañar, su hijo le puede decir que es talco u otro producto, pero
usted es muy meticulosa por lo que veo. Otra cosa, ¿él estornuda con
frecuencia? porque la cocaína que consume la juventud, es decir in-
halar droga, causa secreción nasal y eso es muy peligroso para la
salud humana. ¿Usted le ha mirado detenidamente los ojos? ¿No ad-
virtió que están irritados?, ¿irritados y llorosos? Eso es en cuanto a
la cocaína, droga fulminante, pero en nuestro medio también existe
el pitillo, la clefa y la marihuana, que también son drogas nefastas.
-¿Pitillo?, -preguntó la señora Sepúlveda-, ¿qué es eso?
-Son cigarrillos cargados con pasta base de cocaína, es un producto
lamentablemente muy consumido entre los jóvenes.
Un día, el estudiante llegado de Santiago de Chile huyó de su hogar,
luego su madre advirtió que parte de su ropa había desaparecido; ese
fue el comienzo del fin de la vida de estudiante, de un joven que am-
bicionaba ser un gran arquitecto, convertirse en primer mandatario
de su nación. En fin, triunfar en Chile. Su padre no le había inculcado
la frase “El hombre es el arquitecto de su destino” ni cosa parecida,
los estudiantes de Inteeso conocían la triste historia, no encontraban
respuestas. Euclides Santacruz no estaba en esos planes.
Meses después, Richard abandonó definitivamente el estudio, se su-
mergió en un mundo desconocido. Interminables noches de amor
vivía la pareja, siempre lo mismo: varias horas en la discoteca Ma-
condo, embriagarse, consumir el mágico polvo planco en los sanita-