Page 232 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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          mores en La Paz que el hito VIII o cerro Choboreca había sido re-
          movido hacia el norte otra vez por los paraguayos. El enviado desde
          la sede de gobierno apellidaba Quinteros-Quint, en la misma estación
          se produjo el siguiente diálogo:

          -¿Conoce usted la frontera boliviana-paraguayo?, inquirió el enviado
          del gobierno.

          -Así es –respondió LeoLuca Camorrero- nací cerca al fortín 27 de
          Noviembre.

          Entre charla y charla, “el Gigante” fue apalabrado como peón y guía
          de la comisión de alto nivel del gobierno central para verificar los 11
          hitos. Quinteros-Quint contrató, asimismo, a un lugareño conocedor
          de la región chaqueña como guía o rumbero. Era una oferta econó-
          mica  nada despreciable la que ofreció el enviado desde La Paz. Sin
          más palabras prepararon el viaje para recorrer más de 700 kilómetros
          desde fortín Esmeralda en la frontera boliviana-argentina-paraguaya
          hasta el punto tripartito sobre el río Paraguay, una travesía de oeste
          a este.

          Partieron una mañana soleada hasta fortín Esmeralda en el Sudeste
          de Tarija. La misión es marchar por senderos o picadas invisibles y
          recorrer esa ruta, hito tras hito. Llevan tapeque para más de un mes,
          la topografía es variada. Existen montes altos, llanuras, páramos, des-
          peñaderos, muchas víboras cascabeles, mosquitos por montones, ta-
          rántulas, existen grandes felinos, chancho tropero y el gato onza;
          existen, asimismo, unas 300 especies de aves, 100 mamíferos y, por
          lo menos, 80 variedades de reptiles y anfibios. Es peligrosa la trave-
          sía.
          Una vez en marcha, cruzaron por el Parque Nacional Kaa-Iya, in-
          menso, lejano y desierto a los ojos de los tres enviados, habían sido
          quemados sus pastizales. Cientos de hectáreas convertidas en cenizas,
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