Page 79 - historia de españa
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INTRODUCCIÓN
                   La promulgación de la II República (1931-1939) hay que inscribirla dentro la grave crisis

            política que vivió España en los primeros cuarenta del siglo XX. La solución extrema de la Dictadura

            de Primo de Rivera (1923-1930) no sólo no salvó el sistema, sino que arrastró a la Monarquía en su

            caída. Por otra parte, pese al entusiasmo con que fue recibida la República por el pueblo, ésta no
            consiguió el consenso pacífico de todos los españoles y la crisis se ahondó hasta llegar a una

            ruptura violenta: la Guerra Civil (1936- 1939) que enfrentó a los españoles durante tres años.

                   La República suponía para gran parte de la población española una oportunidad para

            democratizar y modernizar el Estado mediante un amplio programa de reformas económicas y
            sociales. De hecho, acabó con el caciquismo, lo que implicaba un cambio radical en la vida política

            española y la posibilidad de hacer viable una democracia, como las que habían surgido en Europa

            tras la I Guerra Mundial. Así, esta República constituye la primera experiencia democrática de

            España.
            DESARROLLO

                   Gobierno provisional y Constitución de 1931

                   En plena euforia popular, un gobierno provisional, presidido por el conservador Niceto

            Alcalá Zamora, con representantes de las diversas tendencias de la coalición republicano-socialista,
            asumió pacíficamente el poder y se puso manos a la obra de la transformación del Estado. Las

            elecciones para Cortes Constituyentes se celebraron el 28 de junio.

                   La   coalición   republicano-socialista   obtuvo   una   aplastante   mayoría   en   casi   todas   las

            provincias, con excepción del País Vasco y Navarra, donde los nacionalistas y los tradicionalistas le
            privaron del triunfo. El Congreso estaba, pues, muy inclinado a la izquierda. Estaban presentes los

            líderes de los principales partidos y un grupo de intelectuales, como Unamuno, Ortega y Gasset o

            Marañón.

                   La redacción de la nueva Constitución fue la primera tarea que se impusieron los diputados,
            tras haber elegido presidente de la cámara a Julián Besteiro, socialista moderado y catedrático de

            filosofía. La Constitución definía España como una “República democrática de trabajadores de toda

            clase”. Se reconoció el derecho de voto de la mujer, y se regularon medidas de protección social y
            cultural.

                   La Constitución también proclamaba la igualdad de todos los españoles ante la Ley y

            recogía una amplia declaración de derechos  individuales. Apareció una  nueva figura,   la del
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