Page 80 - historia de españa
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presidente de la República, de elección indirecta. Carecía del poder del monarca, pero tenía
            capacidad de veto en la elección de los candidatos a presidentes del ejecutivo. La Constitución

            privilegiaba el poder legislativo sobre los demás: las Cortes constaban de una sola cámara, con

            capacidad de iniciativa legislativa. Los gobiernos debían lograr la confianza del Parlamento. Los

            posibles conflictos entre poderes se confiaban a un Tribunal de Garantías Constitucionales.
                   La política religiosa originó un fuerte debate parlamentario. El objetivo era lograr un Estado

            laico: se aprobaron la libertad de cultos y el matrimonio civil. Se prohibió ejercer la enseñanza a las

            congregaciones religiosas y se eliminó la retribución del clero.

                   La Constitución consideraba la República como un “Estado integral, compatible con la
            autonomía de los municipios y las regiones”. Esta circunstancia abrió la posibilidad de elaborar

            estatutos de autonomía y de constituir regiones autónomas.

            El Bienio Reformista (1931-1933)

                   Al día siguiente de la aprobación del texto constitucional, Alcalá Zamora era elegido por el
            Congreso Presidente de la República y confirmaba a Manuel Azaña al frente de la jefatura del

            gobierno. Entre el 14 de abril de 1931 y el 19 de noviembre de 1933, el gobierno de la República

            fue dirigido por las fuerzas de centro-izquierda. En esta etapa se plantearon muchas reformas.

                   Reforma educativa. Convencido de que el atraso español podía superarse mediante un
            buen sistema educativo, el gobierno de Azaña se entregó a la difícil tarea de sustituir los métodos y

            profesores religiosos por partidarios de una enseñanza progresista. Algunas medidas como la

            disolución de la Compañía de Jesús o la prohibición de la enseñanza a las congregaciones religiosas

            entrañaban un grave riesgo de enfrentamiento entre la opinión católica y el régimen republicano.
            A pesar de la decidida voluntad de la República ni el tiempo ni el dinero permitieron eliminar el

            monopolio educativo de la Iglesia; pero a principios de 1933 se habían creado cerca de diez mil

            nuevas escuelas primarias. Se aumentó el sueldo a los maestros y con la reforma de sus planes de

            estudio, se pretendió dotarlos de una mejor preparación, acorde con la función transformadora
            que se atribuía a la escuela en una España con un 44% de población analfabeta.

                   Reforma militar. El gobierno republicano abordó la tarea de modernizar el ejército, cuya

            abundancia de mandos, escasa formación de los soldados y anticuado material le habían hecho
            perder capacidad técnica. Una de las primeras decisiones de Azaña, ministro de la Guerra en el

            gobierno provisional, fue la de ofrecer a un buen número de oficiales la jubilación anticipada con

            sueldo íntegro. La mitad de los afectados eligieron esta ventajosa reconversión, que redujo la
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