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Especial: Marco Martos Carrera
amigo. Así, hace su ingreso a nivel hispanoame-
Sus primeros poemas retratan ricano en la denominada poesía conversacional
aquella vida de provinciano y la poesía polifónica, al practicar las referencias
culturales, exponer los encuentros de diferentes
en Lima. La soledad era un lenguas y cofundar nuevas formas de diálogo
aspecto fundamental en su con el lector. En este sentido, la práctica de las
modalidades de la poesía coloquial o conversa-
retórica, pues formaba parte cional en la poética de Cuaderno de quejas y con-
de su condición de migrante [...] tentamientos no era una arbitraria introducción
del habla popular en la poesía, ni solo una con-
secuencia del espíritu de protesta del poeta ante
para estudiar Derecho en la Pontificia Univer- la realidad opresiva, como lo fue para los movi-
sidad Católica. Se instala en un pequeño cuarto mientos contraculturales estadounidenses, sino
de la Plaza Francia, en el Centro de Lima, desde un medio para crear espacios discursivos en
donde empieza a frecuentar a otros estudiantes los que el lector hallara un terreno cotidiano de
amantes de la poesía. Caminaba a diario hasta conversación. Lo que caracteriza la primera eta-
la Casona de San Marcos para conversar con pa poética del poeta es el expresionismo y, más
sus amigos sanmarquinos: Arturo Corcuera, propiamente dicho, el expresionismo vallejiano.
César Calvo, Hildebrando Pérez y muchos más. A Marco Martos y César Vallejo lo asemejan
En aquellos días estaba latente el problema de el interés y la predilección por lo íntimo y coti-
la reforma estudiantil. Alentados por el clima diano, por lo cercano, por el hogar y la familia.
rebelde de la época, especialmente por la Revo- Ello se nota en la referencia del lenguaje cotidia-
lución cubana, muchos estudiantes se plegaron no, que es la utilización de fórmulas extraídas
a las protestas universitarias, entre ellos Marco del lenguaje diario y la asimilación del ritmo del
Martos, quien participó en los movimientos es- habla coloquial; un ejemplo de ello es el poema
tudiantiles de la época. En esos momentos deci- «Contra biaba», que se analizará más adelante.
de dejar su carrera de Derecho y se traslada de Las influencias que marcaron decisivamente la
la PUCP a la UNMSM para estudiar Literatura. escritura de este libro, además de los poetas co-
Sus primeros poemas retratan aquella vida loquiales norteamericanos Eliot y Pound, fueron
de provinciano en Lima. La soledad era un as- el poema epigramático y paródico de Nicanor
pecto fundamental en su retórica, pues formaba Parra; la técnica del distanciamiento de Bertolt
parte de su condición de migrante, especialmen- Brecht; los poetas de la tradición española: Que-
te los fines de semana, en los que se encontraba vedo, Machado, la generación del 27; los poetas
solo sin el calor familiar del hogar. Este carácter del hermetismo italiano: Cuasimodo, Ungaretti;
soledoso se nota en sus versos crispados, llenos los poetas de la cotidianidad con aire de orali-
de amargura, de su primer libro, Casa nuestra dad hispanoamericanos, desde Vallejo hasta
(1965), poemario con el que se inició en el cami- Cardenal y Pacheco, así como la poética rebelde
no literario. En este su primer libro, de tendencia de Gilbert y los cultores de la «poesía beat».
expresionista y corte depresivo, Marco Martos Otra influencia importante fue la recibida
26 muestra ese hastío por la soledad y el desam- de sus maestros de literatura, especialmente de
paro que padece; la fatiga que sentía al recorrer Wáshington Delgado, quien instaba a sus dis-
las calles polvorientas, sofocantes, llenas de mi- cípulos a la lectura y la creación de poesía con
seria; calles furiosas que murmuraban detrás de contenido social y alta rigurosidad estética. Se
sus oídos lo que plasmaría en sus versos. Ade- debe resaltar que Cuaderno de quejas y contenta-
más de estar marcado por una visión pesimista mientos, si bien al inicio tuvo una elogiosa recep-
y autodestructiva, se debe rescatar que con este ción por parte del pequeño círculo literario del
poemario se inicia su lenguaje oral y su escritura país, fue opacada por la complicada coyuntura
en versículos producto de sus lecturas de T. S.
Eliot y Ezra Pound. Marco Martos muestra ese hastío
En su segundo libro, Cuaderno de quejas y con- por la soledad y el desamparo
tentamientos, de 1969, amplió su panorama con
un discurso oral, polifónico y heteroglósico que que padece; la fatiga que sentía al
no empleaba representativos nombres de perso- recorrer las calles polvorientas,
najes literarios para «transgredirlos», sino que
buscaba crear espacios intermedios en los cuales sofocantes, llenas de miseria;
cualquier lector pudiera «participar» en el goce calles furiosas [...]
de la lectura, como si estuviese hablando con un