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Especial: Marco Martos Carrera
luna con rostro humano acompañada por una
El poemario cierra una época estrella. En su contraportada tiene insertada una
fructífera para nuestra literatura imagen fotográfica de una casa ruinosa de ar-
quitectura andino-hispánica con tejado, balcón
por el nivel de lenguaje y por el derruido, una escalera y un tendedero con ropa
colgada. En el prólogo hace referencia a la no-
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talante contracultural, al mismo vela italiana El barón rampante, de 1957, del escri-
tiempo que abre otra época, donde tor Ítalo Calvino, para explicar el título del poe-
mario. Además, dice en el prefacio: «Cuaderno
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la cotidianidad y la ironía se de quejas y contentamientos fue escrito durante los
años de 1968 y 1969 en Lima y Ayacucho».
vuelven dominantes [...] En Cuaderno de quejas y contentamientos se in-
cluyen 17 poemas divididos en dos bloques, con
política y social del momento. La gran atención a un total de 35 páginas. Los poemas del primer
su poética llegaría con la madurez y su prestigio bloque son nueve y comprenden: «Muestra de
académico, así como con la publicación de nue- arte rupestre»; «Bartleby en el cementerio de
vos poemarios. elefantes»; «Ley»; «Último informe de don Da-
mián de la Bandera sobre las condiciones objeti-
El poemario cierra una época fructífera para vas en la muy noble y leal ciudad de Guamanga,
nuestra literatura por el nivel de lenguaje y por en el año del Señor de mil novecientos sesen-
el talante contracultural, al mismo tiempo que tainueve»; «Poema»; «Nausícaa nonata»; «Car-
abre otra época, donde la cotidianidad y la iro- ta a Nausícaa»; «Poesía»; y «El telescopio más
nía se vuelven dominantes: los setenta, con la poderoso del mundo». Los poemas del segun-
vociferante y cruda voz del irreverente movi- do bloque son ocho: «Poema»; «Casti connubi»;
miento Hora Zero. «A duras penas»; «Contra biaba»; «Hombres y
Estructura del libro moscas»; «Pero doy patadas en las espinillas»;
«Inconexiones al gran vendaval» y «Relaciones
En 1966, después de publicar Casa nuestra, peligrosas».
Marco Martos obtuvo el primer lugar en los
Juegos Florales de Poesía de la Universidad Na- ¿Un poemario estratégico?
cional Mayor de San Marcos, con los primeros Marco Martos es amante del ajedrez, como lo
poemas de los que después sería su segundo li- fueron Borges, Delgado, Loayza y Araníbar. Lo
bro. Terminados sus estudios de licenciatura fue que lo particulariza es que lo practicó profesio-
contratado como docente en la Universidad de nalmente e incluso ganó un premio internacio-
Huamanga, por lo que viajó a Ayacucho, don- nal, en 1963, en Chile. Sobre el ajedrez y la poe-
de radicó dos años, tiempo en el que terminó de sía, nos dice lo siguiente, en una entrevista que
crear el resto de poemas de su segundo libro, el da al diario La República:
cual lo presentó en 1969 a un concurso organiza-
do por la Casa de la Cultura del Perú, en el que Lo paradójico es que tanto el ajedrez como la
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poesía se nutren de un afán creativo. Ese afán
obtuvo el Primer Premio Nacional de Poesía. en cualquier área es desordenado, incluso caó- 27
Antes de ello los había enviado a un certamen de tico. Sin embargo, la única manera de ofrecer
la Municipalidad de Piura, con el título de Poe- algo al «otro» es ordenando ese espacio. Pien-
mas de la vida cotidiana; pero en esta competencia so que todo artista que logra hacer algo lo con-
no tuvo suerte, debido al gusto poético arcaico sigue porque de alguna manera ha ordenado
del jurado. Por ello, para el certamen de la Casa su propio caos, entonces para mí no es una
de la Cultura le colocó el título actual y le agregó coincidencia. (Batalla, 2003)
algunos poemas nuevos. Luego del galardón, el
libro se publicó en diciembre de 1969, en los ta- Otra influencia importante fue
lleres gráficos de Carlos Milla Batres y su edito- la recibida de sus maestros
rial CMB Ediciones, en la colección Ernesto Che
Guevara. de literatura, especialmente de
La primera edición de este libro tiene en su Wáshington Delgado, quien
portada un retablo pintado en rosa, dividido instaba a sus discípulos a la
en tres segmentos de figuras, dibujadas al esti- lectura y la creación de poesía
lo barroco, donde se aprecia un cazador dispa-
rando una flecha a un ave que lleva en su pico con contenido social y alta
una manzana, un hombre luchando contra una rigurosidad estética.
serpiente de tres cabezas y, al final, una media