Page 203 - Encuentra tu persona vitamina
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sensibilidad. Todos ellos coinciden en ser especialmente sensibles,
empáticos y creativos. Se emocionan, les gusta la música clásica, el arte y se
sienten cómodos hablando de sentimientos y emociones. Mi padre, por
ejemplo, es una persona sensible. No llega a la definición de PAS de Elaine
Aron, pero tiene cualidades y manifestaciones de ello. Posee una calidez
humana impresionante, se emociona con facilidad y su capacidad de escucha
son algunos de sus fuertes como persona y médico. Esta es una de las razones
por las que nunca me ha resultado raro toparme con un hombre sensible.
Hasta no hace mucho que un hombre fuera sensible estaba mal visto,
porque era una muestra de vulnerabilidad y debilidad. Una educación
autoritaria y el rol del padre como una figura distante y arisca obsesionada
con la reciedumbre de sus hijos no solo no ayudaba, sino que más bien
frustraba y marginaba lo sentimental. Se buscaba potenciar la fortaleza física
y mental de los hijos, relegando lo emocional a las mujeres por considerarlo
un síntoma de fragilidad.
He tratado no pocos casos de pacientes adultos que adolecían de
problemas de inseguridad, baja autoestima y una tristeza persistente cuyos
síntomas derivaban de una hipersensibilidad mal gestionada y poco
comprendida. Como adultos, somos el reflejo del niño que fuimos. Un
pequeño que se ha sentido rechazado por sus padres arrastra una herida en su
corazón. Cuando un padre o una madre fuerzan y reprimen el mundo
sentimental de un niño o adolescente, están aumentando las posibilidades de
que ese muchacho, convertido en adulto, arrastre inseguridad, ansiedad o
depresión.
Recomiendo trabajar el mundo emocional de los niños y niñas desde
pequeños; si les ayudamos a gestionar su vida interior desde la infancia
estaremos poniendo los cimientos de una personalidad más segura y
equilibrada.
E L CASO DE R AMIRO
Ramiro arrastra una tristeza y una insatisfacción crónicas. Es abogado especialista en temas
societarios, está casado y tiene dos hijos. Tras la primera sesión, me doy cuenta de que a pesar de la
fachada seria y distante que presenta, es un hombre profundamente sensible.
Me narra que los días que se encuentra saturado, al llegar a casa toca el piano que heredó de su
madre, una música exce lente.
—Mis días me cansan; la gente, también. Considero que mi trabajo es muy agresivo. No quiero
llegar a ser socio del bufete porque requiere una personalidad que yo no tengo, pero siempre he tenido
buena memoria y se me han dado bien los temas legales. Mi padre quiso que estudiara Derecho, pero