Page 214 - Encuentra tu persona vitamina
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                                    IDENTIFICAR A LAS PERSONAS
                                             QUE NO CONVIENEN









                No es sencillo. Un comportamiento o un comentario concreto no convierten a
                una  persona  en  dañina.  Hay  que  estar  atentos  a  conductas  repetitivas  o  a
                hechos especialmente graves. Por lo general, estudiarse a uno mismo y captar

                los pequeños síntomas que alguien nos genera en esos casos nos ayudará a
                discernir lo que más y menos nos conviene. La línea que separa un mero roce
                de una relación nociva puede ser en personas extremadamente sensibles muy
                fina. Favorece conocerse, aprender de los errores y de vez en cuando analizar
                nuestro comportamiento y nuestra manera de conectar con los demás.

                   Hay  ciertas  características  comunes  en  los  tóxicos  universales  que  nos
                pueden ayudar a identificarlos —y a evitar convertirnos en uno de ellos—, y
                es que estos suelen ser egoístas, negativos, envidiosos, víctimas, amargados,
                criticones,  manipuladores,  dependientes,  dramáticos…  Pasemos  a  analizar

                algunas de estas facetas.




                                                     EL EGOÍSTA


                   Les llamo «espejito espejito». Su vida empieza y termina en ellos mismos.

                Yo, mí, me, conmigo. Solo se hace lo que quieren.
                   Necesitan ser el centro de atención en todas las conversaciones. Les cuesta
                ser empáticos, ponerse en el lugar de los otros y percibir los problemas de su
                entorno. No escuchan porque no les interesan las dificultades de los demás.

                Vivir cerca de un egoísta-espejito puede resultar agotador, ya que en el fondo
                están deseando que le recuerdes que son el centro de tu atención. Buscan ser
                los  prota gonistas  de  tu  vida,  de  tus  comidas,  de  tus  reuniones  y  de  tus
                conversaciones.
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