Page 214 - Encuentra tu persona vitamina
P. 214
21
IDENTIFICAR A LAS PERSONAS
QUE NO CONVIENEN
No es sencillo. Un comportamiento o un comentario concreto no convierten a
una persona en dañina. Hay que estar atentos a conductas repetitivas o a
hechos especialmente graves. Por lo general, estudiarse a uno mismo y captar
los pequeños síntomas que alguien nos genera en esos casos nos ayudará a
discernir lo que más y menos nos conviene. La línea que separa un mero roce
de una relación nociva puede ser en personas extremadamente sensibles muy
fina. Favorece conocerse, aprender de los errores y de vez en cuando analizar
nuestro comportamiento y nuestra manera de conectar con los demás.
Hay ciertas características comunes en los tóxicos universales que nos
pueden ayudar a identificarlos —y a evitar convertirnos en uno de ellos—, y
es que estos suelen ser egoístas, negativos, envidiosos, víctimas, amargados,
criticones, manipuladores, dependientes, dramáticos… Pasemos a analizar
algunas de estas facetas.
EL EGOÍSTA
Les llamo «espejito espejito». Su vida empieza y termina en ellos mismos.
Yo, mí, me, conmigo. Solo se hace lo que quieren.
Necesitan ser el centro de atención en todas las conversaciones. Les cuesta
ser empáticos, ponerse en el lugar de los otros y percibir los problemas de su
entorno. No escuchan porque no les interesan las dificultades de los demás.
Vivir cerca de un egoísta-espejito puede resultar agotador, ya que en el fondo
están deseando que le recuerdes que son el centro de tu atención. Buscan ser
los prota gonistas de tu vida, de tus comidas, de tus reuniones y de tus
conversaciones.