Page 149 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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Te odié porque pensé que era culpa tuya que no me quisieran. Pensé que si te odiaba lo
suficiente y te maltrataba nos convertiríamos en alguien que los demás podrían querer. Pero la
realidad ha sido que este odio hacia ti me ha hecho perder la alegría, oportunidades de
trabajo, amistades, relaciones íntimas y hasta la salud.
Ya me he cansado de odiarte, me he cansado de evitar mirarte en el espejo y me he
cansado de pensar que somos peores que cualquier otro ser humano viviente. ¿Sabes qué?
No tuvimos la culpa de todas las mierdas que nos tragamos de niños. La gente que nos trató
mal seguramente no estaba muy sana y tuvimos la mala suerte de ser su diana.
Me he dado cuenta de que solo somos un trozo de carne y huesos con una forma única que
no tiene nada de malo porque nunca hemos hecho daño a nadie.
Somos vida y la estamos desperdiciando odiándonos por culpa de unos mamarrachos de
nuestro pasado. A partir de ahora te voy a tratar como te mereces, voy a hablarte con cariño,
voy a cuidarte física y mentalmente y voy a creer y a confiar en ti. Siento mucho todo el daño
que te he podido causar hasta hoy y me comprometo a ser merecedor de ti.
Ahora escríbete tú una carta basándote en la anterior. Requisitos:
Dile a tu yo cómo te sientes con él y desde hace cuánto.
Explícale a tu yo por qué crees que no te llevas bien con él.
Date cuenta de las consecuencias que ha tenido odiarte e intenta disculparte por ello.
Comprométete con tratarte lo mejor posible a partir de ahora.
No te dejes para después y comienza a escribirla ya, tal vez te ayude.
Querido yo:
Me haces sentir…
Creo que nuestra relación se torció cuando…
Quiero disculparme por…
Si no fuera por ti…
A partir de ahora voy a intentar…
Ejercicio 10.
Conmigo sí, bicho